No le gusta lo que ve en Maranello

Ross Brawn señala con el dedo las causas del declive de Ferrari

03/11/2016 20:26

Algo pasa con Ferrari y Ross Brawn señala las causas de la falta de rumbo de la Scuderia, que este año ha fracasado en su voluntad por plantar cara a Mercedes en el título. En opinión de Brawn, la desconfianza entre la presidencia de Sergio Marchionne y la gestión de Maurizio Arrivabene, así como la incapacidad para canalizar y digerir la presión mediática, son todas piedras en el camino del Cavallino Rampante.

Brawn pasó una década en Ferrari y fue uno de los artífices de los cinco títulos que Michael Schumacher conquistó vestido de rojo. Años más tarde, dirigió Brawn GP al Campeonato del Mundo antes de guiar Mercedes AMG y sentar las bases de una de las entidades más hegemónicas de todos los tiempos.

Las cosas han cambiado mucho desde que Ross se marchó de Italia. Ahora sigue con curiosidad y atención los pasos de Maurizio Arrivabene y Sebastian Vettel, pero siente que en Ferrari no hacen las cosas bien. No es por asuencia de capacidad ni talento, sino por falta de paciencia y tranquilidad para trabajar como es debido.

Alguien ha de hacer de cortafuegos para que la presión no alcance a sus trabajadores

"Necesitan estabilizarse y trabajar de forma progresiva. Han de intentar esquivar la presión que la prensa y los aficionados siempre ponen sobre Ferrari", ha declarado el ingeniero en una entrevista con la cadena BBC Sport.

"Alguien ha de actuar de cortafuegos para evitar que esa presión alcance a la gente, para permitirles trabajar como es debido y ser creativos, productivos, sin preocuparse en exceso por las posibles consecuencias".

Ross Brawn admite diferencias con la política que Sergio Marchionne ha impuesto como presidente de la marca.

"Es un enfoque distinto al que yo tomaría. Supongo que si hay un vacío en el medio, la gente aprovecha y lo llena. Si no existe una estructura que dé a la directiva la confianza de que el equipo se está gestionando como es debido, la gente tiene tendencia a involucrarse personalmente".

"Lo mejor de Luca (di Montezemolo) es que quería saber qué estaba pasando. Era una persona muy apasionada, pero siempre mantuvo las distancias porque confiaba en que estábamos haciendo las cosas correctas".

"Preferiría que Sergio no hiciera eso, pero creo que lo hace porque no ve otra alternativa. Es la consecuencia inevitable que ocurre cuando existe un vacío".