Barrichello vs Schumacher

Ross Brawn se sincera: "Austria 2002 fue un error"

07/01/2017 09:41
Ross Brawn, uno de los artífices de los cinco campeonatos consecutivos de Michael Schumacher con Ferrari, se ha sincerado sobre uno de los episodios más polémicos que el Káiser vivió como piloto de la Scuderia: su victoria con órdenes de equipo en el GP de Austria 2002, donde Rubens Barrichello aminoró sobre la recta de meta para dejar patente que le habían pedido que dejara pasar a su compañero de equipo.

El ingeniero británico explica que antes de la carrera se reunieron con sus pilotos y juntos decidieron que Barrichello contribuiría a la victoria de Schumacher en caso de que consiguiera adelantarle. Sin embargo, el brasileño cambió de parecer en cuanto se apagaron los semáforos y se resistió a acatar las órdenes de sus superiores. Así lo ha contado a la revista inglesa F1 Racing.

"Nos volvimos muy insulares. Supongo que nos volvimos así porque teníamos que protegernos de todo lo que estaba pasando. Reflexionando, Austria fue un error. Antes de la carrera discutimos sobre cómo manejaríamos esa situación si ocurriera (si Rubens se pusiera delante de Michael, en algún momento lo dejaría pasar). Entonces nos metimos en la carrera, Rubens estaba por delante de Michael, y le dijimos: 'ok, ¿puedes dejarlo pasar ahora?'", explica Brawn.

"'¡No! ¡No me hagas hacer eso! ¡Esta es mi gran oportunidad de ganar esta carrera! ¡No puedes hacerme esto!', respondió Rubens. En ese momento Michael también estaba en la radio y quería saber cuándo Rubens iba a dejarlo pasar como habíamos acordado previamente. ¿Cómo conciliar todo eso si no hacíamos lo que dijimos que íbamos a hacer en la reunión? Y eso fue, en última instancia, por qué le dijimos a Rubens que tenía que hacerlo, y por supuesto hizo una gran muestra de ello, lo cual fue... desafortunado”, continúa el británico.

La historia ya la saben, Rubens dejó pasar a Michael en la línea de meta y el escándalo fue monumental, con multa de un millón de euros incluida para la escudería Ferrari.

"Luego la cosa empeoró, porque Michael vio la reacción del público y subió a Rubens al primera escalón del podio, por lo que la FIA nos multó con un millón de dólares. Si miro hacia atrás, insisto en que el cambio de posición tuvo unas consecuencias mucho peores que lo que habría sido un problema interno de equipo. Las consecuencias de aquello fueron mucho peores que si Rubens hubiera ganado la carrera y le hubiéramos reñido en privado", señala.

Por último, Brawn siente que la decisión que tomaron fue nefasta, y no ha dudado en admitir que si pudiese volver atrás, habría actuado de otra manera. "Si pudiera volver a ejecutarlo, no habría hecho lo que hicimos, porque las consecuencias eran más grandes de lo que podríamos haber considerado. Algo que debería haber sido un asunto de equipo interno se volvió muy político", concluye el ex ingeniero de Ferrari.