Ricciardo y Verstappen echan una carrera en Milton Keynes
Se echa de menos la Fórmula 1, pero lo cierto es que sólo estamos a unas pocas semanas de que los motores vuelvan a arrancar en el Circuit de Barcelona-Catalunya para los tests de pretemporada. En Red Bull trabajan en los últimos retoques del RB14, su arma de 2018, mientras tanto, los pilotos, Daniel Ricciardo y Max Verstappen, entrenan, pero también se divierten.
Para hacer algo más amena la espera, el equipo de Milton Keynes ha decidido devolver el espíritu competitivo a sus pilotos y enfrentarles en una carrera loca pero divertida. A ambos se les montó en un Razor Crazy Cart, un vehículo de batería similar a un kart con sólo un neumático delantero, perfecto para hacer drifts, trompos y curvas a la perfección y equipado con banderitas propias de los coches de choque de las ferias ambulantes que pasan por pueblos en fiesta.
Red Bull no pudo seleccionar un sitio mejor que su propia fábrica, un lugar lleno de pasillos y giros. Su recorrido transcurre tanto por el aparcamiento de Milton Keynes como por el interior de la sede de la casa de bebidas energéticas. A su paso se pueden ver los múltiples trofeos del equipo y a su encuentro sale el jefe del conjunto, Christian Horner, que alucina con una nueva 'travesura' de la pareja.
La competición se va complicando cuando cada uno decide seleccionar un camino. ¿Escaleras o ascensor? Luego recorren la oficina, ante el asombro de los trabajadores e incluso pasan por una zona en la que les advierten que la 'pista' puede estar resbaladiza. A la línea de meta llegan con risas y rodeados de todos los monoplazas de años anteriores del conjunto.
¿Incluirá Liberty Media este peculiar circuito en próximos calendarios?
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