Ricciardo, operado con éxito de una infección en el labio antes de Bakú
Podríamos otorgar a Daniel Ricciardo diferentes características distintivas que le diferencian del resto de pilotos. Una de ellas podría ser su sonrisa, por supuesto. Una sonrisa que es 'marca de la casa' y un claro elemento diferenciador.
Sin embargo, esa sonrisa podría haber peligrado por una herida infectada en la cara oculta del labio inferior del piloto australiano. El número 3 se ha operado en Londres y ha llegado a Azerbaiyán con una sonrisa casi renovada.
Ricciardo ha detallado cómo ha sido su vida desde la victoria en el pasado GP de China, y para nada ha estado llena de fiestas y celebraciones, sino más bien de trabajo de desarrollo, poco descanso, y dicha operación menor en el labio.
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Al parecer, en Baréin le apareció una "cosa rara" en el labio inferior –véase foto– y no pudo evitar tocarlo y morderlo, lo cual acabó en infección y en la posterior operación. Sin embargo, y como pudimos ver en China, no fue algo que afectase a su rendimiento.
"Necesité cinco días desde Shanghái para volver a Mónaco. Me hubiera gustado tener historias locas de fiestas de tres días y ése tipo de cosas para contaros a todos, pero mis celebraciones fueron poco emocionantes. Tuve varios vuelos la noche de la carrera, y fui directo a Milton Keynes a rodar con el simulador, y luego tuve una pequeña cirugía", ha confirmado Ricciardo en su columna en la web de Red Bull.
"Tenía una cosa rara en mi labio que apareció en Baréin y me lo mordí, y se debe haber infectado o algo, porque no paraba de aparecer. Así que me lo quitaron y me pusieron puntos en Londres. Volví a Mónaco el viernes pasado", ha añadido.
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