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Parrillas invertidas: ¿situaciones desesperadas, medidas desesperadas?

08/09/2020 16:05

El vibrante Gran Premio de Italia volvió a poner el tema de las parrillas invertidas sobre la mesa para 2021. Es más, tras Monza, Ross Brawn rescató la propuesta. Sin embargo, los aficionados no se ponen de acuerdo sobre si ésta sería una buena solución para mejorar las carreras y algo que funcionaría en Fórmula 1.

Pierre Gasly, primero; Carlos Sainz, segundo y Lance Stroll, tercero en el séptimo año de dominio de Mercedes. La F1 pedía a gritos una carrera así y aunque los fans no hubieran eliminado de la lucha de Monza a Max Verstappen, seguro que no echaron mucho de menos al de Países Bajos, habitual en el podio en los últimos años. 

Hasta el domingo los fans sólo veían posible que un accidente o un fallo de fiabilidad de los Mercedes barajara el resultado y nunca se hubieran imaginado una locura como la de Italia.

Lo cierto es que el GP de Monza no tuvo nada de parrilla invertida. Simplemente fue una carrera en la que Hamilton, Bottas y Verstappen estaban fuera de la batalla y en la que un coche de seguridad primero y una segunda salida en parado después apretó la parrilla, lo que verdaderamente dio emoción a la carrera y la hizo impredecible.

Sin embargo, los defensores de las parrillas invertidas aseguran que ésta sería una gran vía para colocar a Hamilton en situaciones como la que estuvo el domingo, cuando tuvo que remontar media parrilla. Creen que sería una buena forma de penalizar a los líderes con un obstáculo al principio, mientras se disfruta de grandes luchas delante entre coches más similares en rendimiento.

En el otro lado están los opositores de las parrillas invertidas, que defienden que éstas sólo crean aleatoriedad y que no resuelven los verdaderos problemas de la Fórmula 1, que son lo difícil que es adelantar –lo que se magnificó por las características concretas de Monza y quizás por la prohibición de los 'party modes'– y la necesidad de una parrilla más apretada.

Estos fans no quieren coches más rápidos y tiempos por vuelta cada vez más impresionantes, sino luchas, algo que también era increíblemente difícil de conseguir por el aire sucio y por la dificultad de estos monoplazas para seguirse los unos a los otros. Además, las parrillas invertidas también van contra la meritocracia, que es casi un distintivo de la F1.

Si el GP de Italia ya creó una carrera que tanto nos hizo vibrar, estos fans se preguntan... ¿por qué buscarla de forma artificial? La razón es la voluntad de Brawn y de los jefes de la F1 de hacer temblar el dominio de Mercedes. Saben que la situación actual aburre y que seguirá así al menos un año. Ya dieron un primer paso con la prohibición de los 'party modes' y no quieren perpetuar un 'statu quo' que aleja a los fans del deporte en lugar de atraerlos. ¿A situaciones desesperadas, medidas desesperadas?