John Surtees vuelve por un día a la Fórmula 1
Dos generaciones de la historia de Ferrari han coincidido este fin de semana en el Festival de Velocidad de Goodwood, un evento anual que reúne a pilotos y fabricantes de todas las eras con decenas de miles de aficionados británicos.
John Surtees y Kimi Räikkönen fueron los embajadores de Il Cavallino Rampante en el evento, que también contó con la presencia en jornadas anteriores del piloto probador Pedro Martínez de la Rosa.
Surtees volvió a tomar el volante del mismo monoplaza con el que conquistó el Mundial en 1964, el Ferrari 158, y lo hizo para subir la mítica colina de Goodwood instantes antes de que Räikkönen siguiera sus pasos a los mandos del F2007, el coche con el que se coronó Campeón hace siete años.
Encuentros como éste son el alma del automovilismo
"Encuentros como éste son el alma del automovilismo, tanto como lo son las carreras", apuntó Surtees, de 80 años de edad. "Ha sido emocionarme meterme de nuevo en mi coche de 1964 y subir la colina ante los ojos de una gran multitud. Este día permanecerá grabado en mi memoria para siempre"
Puede que Surtees conociera a Räikkönen en Goodwood, pero la leyenda británica de la Scuderia ya tuvo ocasión de reunirse con Fernando Alonso a mediados de 2011. Fue en Maranello, donde tuvo ocasión de conversar con el asturiano sobre lo mucho que ha cambiado la Fórmula 1 a lo largo de los años.
"Mercedes me llamó y me preguntó si quería conducir uno de los coches de su museo: era un W125 de 1937", dijo John en declaraciones a la revista F1 Racing. "Fue una experiencia aterradora. Todos somos de nuestro periodo y nuestra época. Cuando entré e nFerrari en 1963, el coche que tenía estaba al nivel de los rivales de aquella época, era la tecnología del momento. No se pueden hacer comparaciones, pero el ritmo de desarrollo que ha habido es tremendo, especialmente en lo que respecta a la seguridad, pero también en la faceta tecnológica".
"Cuando yo vine Ferrari acababa de pasar un año pésimo, un par de personas clave se habían marchado. Había un pequeño núcleo de veteranos que seguían aquí, pero la pasión seguía estando, era contagiosa. Cuando conocí al Sr. Ferrari, me dijo: 'No podemos ofrecerte mucho dinero, ya que no tenemos mucho, pero hay otras ventajas. Así es Ferrari'. (Ferrari) no te olvida después de todos esos años. Eso es algo muy especial. Como siempre he dicho, tuvimos nuestras diferencias de opinión, pero si estás con Ferrari, parte de ti siempre seguirá siendo Ferrari".
