Horner: "La gente está frustrada, estaban acostumbrados a ganar"
Cuanto más alto subes, más dura es la caída. Quizá esa frase es la que mejor pueda aplicarse a la situación interna que Red Bull está viviendo desde el año 2014. Acostumbrados a dominar durante cuatro campañas, los toros rojos se vieron relegados a la segunda posición la pasada temporada, y esta situación ha empeorado hasta el punto de ser cuartos en el Mundial de Constructores actualmente.
La crisis de Renault no ayuda y los intentos del motorista francés por intentar reducir la brecha en un 50% respecto a Mercedes han dado como resultado un propulsor incluso peor que el de 2014, cuyos problemas de fiabilidad obligarán a Daniel Ricciardo a montar su última unidad de potencia disponible (la cuarta) en la quinta carrera del año.
No es algo que tengamos bajo control, estamos en manos de Renaut
Todos estos factores en conjunción, están haciendo que dentro de Milton Keynes se esté viviendo una situación de frustración, según Christian Horner. El británico admite que resulta difícil mantener la motivación de los miembros del equipo, sobre todo, cuando hay poco que puedan hacer para solucionar sus problemas.
"Estamos manos a la obra y nos centramos en mejorar las zonas que controlamos, así que la moral está bien. La gente se encuentra frustrada, estaban acostumbrados a ganar y al sabor de la victoria, y no sabe tan bien cuando no ganas. Pero esta es una motivación añadida para recuperarnos".
"No es algo sobre lo que tengamos control. Si tenemos deficiencias en el chasis, trabajas por tu parte, haces arreglos, los pones en el coche, vas más rápido o más lento. Pero estamos en manos de nuestro suministrador de motores y el mundo de los propulsores es diferente al del chasis, por lo que los plazos de entrega son mucho mayores", concluía el mandatario del equipo energético.
