Ferrari, ante su mayor reto: pulir un diamante en bruto llamado motor

El motor de combustión se congeló a finales de febrero y el sistema híbrido debe homologarse a finales de septiembre. Con estos plazos en mente, la prioridad de Ferrari fue la potencia y si fuera necesario, le prestarían atención a la fiabilidad más tarde. Aunque aún deben identificar qué falló en Bakú, lo bueno es que el reglamento permite trabajar en el motor si pueden demostrar a la FIA que se trata de un tema de fiabilidad.

Ferrari tiene más potencia que nadie: cuatro kilovatios más que Honda, ocho más que Mercedes y 12 más que Renault, según revela el portal web alemán Auto Motor und Sport.

Pero sobre todo su ventaja está en la manejabilidad, algo que ha detectado un Toto Wolff que recomienda escuchar cada motor durante la fase de aceleración para notar que ninguno acelera con tanta suavidad como el Ferrari, algo que aporta ventajas en la relación con la transmisión.

Pero todas estas ventajas tenían que venir con algún problema: no es un motor a prueba de balas y a mayor kilometraje, mayor preocupación. Las penalizaciones no son ahora el mayor problema de Ferrari, sino la incertidumbre de tener que montar una unidad nueva sin saber bien qué causó los problemas y cómo responder a ellos.

Además, los cambios en el motor no son rápidos. Se necesitan experimentos en el banco de pruebas y la construcción de los elementos nuevos también lleva tiempo. Así, no hay solución de la noche a la mañana.

"Para nosotros, no se trata principalmente de traer una unidad nueva. También debemos tener claro cómo abordamos esto a corto plazo. ¿Deberíamos acortar los tiempos de ejecución de las piezas o cambiar los parámetros de la aplicación?", se pregunta Binotto.

Así, Ferrari se debate entre probar con más motores y penalizaciones o jugar a bajar la potencia mientras descubren qué motiva los fallos que están sufriendo. De una carrera para otra, Ferrari ha pasado de pensar en la victoria a tener que atender sus problemas más inmediatos.