La 'excursión' de Alonso al WEC ayuda a la F1 con la lluvia: no hay mal que por bien no venga
Fernando Alonso se marchó de la Fórmula 1 en busca de aventuras nuevas a finales de 2018. A pesar de lo que perdió el deporte durante dos años, este 'migración' temporal del asturiano pudo haberle venido bien a la categoría reina. Ross Brawn y su equipo recogen ahora los beneficios de esa marcha del bicampeón de F1. El testimonio del asturiano les está ayudando a la hora de afrontar uno de sus retos más urgentes: mejorar el pilotaje en lluvia.
Es un tema en el que la Fórmula 1 y la FIA ya han comenzado a trabajar, uno de los grandes retos de la competición de los últimos años, sobre todo tras el desastre del Gran Premio de Bélgica.
Uno de los aspectos que están teniendo en cuenta en el estudio que están haciendo es cómo el chasis de cockpit cerrado de los coches del Mundial de Resistencia reduce el espray, uno de los elementos que dificulta celebrar carreras en lluvia con los Fórmula 1 actualmente.
"Respecto a la lluvia se ha empezado a hacer un trabajo interesante en relación al espray y a la visibilidad. Pat Symonds y alguna de la gente de la FIA habló con algunos pilotos en las últimas dos carreras sobre sus experiencias en Spa y sobre sus experiencias en general, sobre todo con pilotos que han corrido con otros coches", ha comentado Brawn en declaraciones para el portal web estadounidense Motorsport.com.
"La aportación de Fernando Alonso fue bastante interesante porque dijo que la habilidad para correr con lluvia es mucho mejor en un prototipo que en un coche de Fórmula 1. Normalmente se piensa que es más difícil por el limpiaparabrisas y todo eso, pero dijo que la forma en la que se va el espray es diferente", ha añadido Brawn.
El director deportivo de la F1 asegura que seguirán trabajando en este sentido, pero adelanta que ya creen que los coches de 2022 ya están diseñados para generar menos espray que los actuales.
