HABLAMOS CON EL RESPONSABLE DE LAS RETRANSMISIONES DE MOVISTARF1

Merlos sobre Antena 3: "Es una fórmula caducada"

07/07/2015 12:19

En 2014, la televisión de pago española desembarcó con fuerza en los paddocks de todo el mundo de la mano de MovistarF1, que nació con el ambicioso objetivo de hacer un seguimiento del Gran Circo sin parangón para convencer a los aficionados de que tenían ante sí la opción más completa para seguir la categoría reina. Ahora la plataforma ya dispone de dos millones de abonados y a partir de este miércoles también estará disponible a través de Canal +, aunque no será hasta 2016 cuando el grueso de la audiencia española se verá obligado a dar el salto a la plataforma, cuando Atresmedia y TV3 pierdan los derechos de emisión. Josep Lluís Merlos (Barcelona, 1961) ha sido la voz principal del proyecto desde su nacimiento.

Pregunta: Este es el segundo año de Movistar F1. Al principio quizá hubo algunas dudas entre el público sobre su producto, por tratarse de una plataforma de pago. ¿Cómo ha evolucionado esa percepción?
Josep Lluís MERLOS: Por nuestra parte nunca hemos tenido ninguna duda, porque sabemos que éste es el modelo que impera en la mayoría de países de Europa. Ya tuvo un precedente en España, que por un tema cultural no llegó a cuajar, pero está claro que nosotros empezamos con una cifra de abonados determinada y que ahora ya hemos superado los dos millones de abonados, así que el balance tiene que ser más que satisfactorio. La cantidad de abonados que hemos conseguido en este tiempo es importante, pero no es el objetivo último de quienes hacemos este canal. El balance de la puesta en escena, del contenido que estamos ofreciendo, es muy positivo.

P: En España las televisiones en abierto han sufrido caídas de audiencia muy significativas respecto anteriores temporadas. ¿Cómo explicamos este descenso?
J. MERLOS: Esto significa que el modelo de presentar el producto que tienen determinados operadores está caducado. Cuando tu fundamentas la manera de presentar tu propuesta solo en un piloto y en este caso en Fernando Alonso, si no eres capaz de encontrar otras alternativa cuando los resultados no acompañan, entonces no vas a  repuntar las audiencias. Es normal que las audiencias estén cayendo por agotamiento del contenido y de la forma de presentarlo, porque probablemente están recurriendo a una fórmula absolutamente caducada. En el producto final también se ve que los medios que han tenido una caída más significativamente también han reducido su inversión, puesto que va a ser su último año de Fórmula 1. Se nota muchísimo en la forma de poner el producto en antena, la reducción de medios es evidente y la audiencia es soberana, no es tonta. La audiencia sabe que ese producto está por debajo de la calidad que le habían ofrecido hasta el momento.

P: En 2016 habrá mucha gente que descubrirá Movistar tras haber seguido la Fórmula 1 durante años a través de otras plataformas. Más allá de las horas de retransmisión, ¿qué diferencias encontrarán?
J. MERLOS: Muchísimas. Ya las hay ahora, empezando por la tecnología, por la forma de presentar estas imágenes con tecnología HD real, no HD Simulcast, que es la que ofrecen algunas operadoras. Empezando por la posibilidad del multipantalla, con un planteamiento de la información desde un prisma poliédrico, no desde un solo punto de vista. Las diferencias son espectaculares, no hay color. No tiene nada que ver. Eso no significa que lo que se esté haciendo sea de mala calidad, pero lo que nosotros estamos haciendo es una propuesta mucho más poliédrica y tiene muchos más puntos de vista.

P: ¿Se ve compartiendo cabina con Antonio Lobato?
J. MERLOS: No, en absoluto. Habíamos pensado en él para determinadas programaciones de complemento de nuestra cadena, pero la verdad es que GP3 y Porsche Supercup ya están perfectamente cubiertas por las personas que hay en el equipo. Y además, Movistar ya tiene un Lobato en el equipo de ciclismo (Juanjo Lobato).

 

P: En Austria le hizo una entrevista a Fernando Alonso que dio muchos titulares. Se mostró muy optimista, como viene siendo normal esta temporada. ¿Usted lo es también?
J. MERLOS: Yo no tengo por qué poner en duda el punto de vista de Alonso. Él tiene mucha más información que la que yo pueda tener, porque es él quien está dentro del equipo y yo no voy a enmendarle la plana a un bicampeón del mundo. Me gustaría creer en sus argumentos, porque quién puede dudar del potencial de McLaren y Honda, pero de momento no estoy viendo demasiados argumentos visibles que justifiquen ese optimismo. Ojalá que sea así. 

P: ¿Tendremos podios en verano y victorias en otoño, como decía Arai?
J. MERLOS: Ojalá, pero me cuesta mucho creer que eso pueda tener un porcentaje de realidad.  Me cuesta mucho creerlo como algo veraz. Y lo más importante es que si esto no es así, veremos cómo se presenta la temporada 2016. Si no es tal y como dice Arai, al menos debería serlo parcialmente por el bien del futuro de McLaren.

P: Y más con el cambio de reglamento previsto para 2017.
J. MERLOS: Correcto, pero esa nueva normativa en teoría será igual para todos y a partir de ese momento el marcador se pondrá a cero, porque esa normativa aún no está decidida. Lo que hay que hacer es ser espabilado e intentar trabajar en lo que se intuye que será esa normativa para ganarle tiempo al tiempo. La historia nos ha demostrado que eso puede tener un rédito bestial, lo hemos visto con Mercedes, sin ir más lejos.

P: Día a día la Fórmula 1 vive en una crisis retroalimentada por sí misma. ¿Las carreras son aburridas o nos gusta quejarnos por quejarnos?
J. MERLOS: A mí no me parecen aburridas. Que no hay tantos adelantamientos en Fórmula 1 como en MotoGP, por supuesto, pero son dos deportes distintos. Y en cambio la Fórmula 1 aporta ciertos valores que no encontramos en otras competiciones de motor. Cuando lees la F1, no puedes decir que la Fórmula 1 es aburrida. Para mucha gente la carrera de Austria fue aburrida, para mí no, porque más allá de la lucha por la primera posición hubo cantidad de puntos de interés, pasaron muchas cosas, con adelantamientos, fallos en boxes, estrategias distintas, problemas mecánicos... No se puede decir que una carrera sea aburrida porque visualmente no veas los adelantamientos en pista como pasa con la MotoGP. Para mí, la Fórmula 1 no es aburrida en absoluto y si éste es el aburrimiento, yo lo firmo para los siglos de los siglos, porque me sigue pareciendo muy divertida. Esta especialidad es así, te gusta o no, pero es así.

P: Sin embargo, los equipos se reunen en el Grupo de Estrategia y buscan formas de recuperar la espectacularidad, la asistencia a los circuitos, audiencias de televisión... ¿Cuál es la solución?
J. MERLOS: De entrada creo que los mismos señores que se reunen en el Grupo de Estrategia deberían hacer una autocrítica y en lugar de analizar este deporte desde dentro hacia fuera deberían analizarlo desde dentro hacia dentro, que es donde están los problemas. A veces nos quejamos de que la Fórmula 1 está despersonalizada en comparación con otras modalidades del motor, como el Dakar o Le Mans, o quizá el DTM, que consiguen unos niveles de popularidad enormes sin tantísima inversión. Lo primero que deberían hacer es ser menos herméticos, ser más transparentes en su comunicación. Cualquier comunicado de un equipo es absolutamente críptico, has de descifrar lo que quieren decir. La falta de información es evidente, todo son misterios, empezando por el Reglamento, que cuesta muchísimo de interpretar porque tiene muchas lagunas, tantas, que incluso a los profesionales del equipo les cuesta hacer una lectura clara de la normativa. Solo basta con fijarnos en las penalizaciones de Austria. Han de haber menos Paddock Clubs y más paddocks abiertos, los pilotos deberían ser mucho más accesibles para el aficionado general, los equipos también, y también tener un mayor respeto para el espectador que paga una entrada para ver un Gran Premio en un circuito con el esfuerzo económico que eso requiere. No puede ser que a la que caigan cuatro gotas los equipos se queden encerrados en el box y no vale el argumento que los neumáticos full-wet no evacuan suficiente agua, porque hemos visto como los coches se encierran a la mínima que llueve. ¿Cómo combatimos esto? A lo mejor se podría dar algún punto a quien haga el mejor tiempo en unos entrenamientos libres, quizá se podría obligar a los equipos a alinear a los terceros pilotos. Hay muchas fórmulas, pero todas pasan por la sencillez y la transparencia.

P: Se está hablando mucho de la congelación de motores. Tal como está ahora, ¿no se está perpetuando la situación de dominio absoluto de Mercedes o en el fondo la Fórmula 1 siempre ha sido un deporte en el que ha ganado el más listo y por tanto es justo que así continúe?
J. MERLOS: Se está perpetuando la hegemonía de Mercedes, cieto, y además se están equivocando al mantener la congelación de motores. Yo pongo como ejemplo la Fórmula 3 de antaño, que era un campeonato absolutamente apasionante, con muchos motoristas, chasis diferentes. ¿Por qué? Porque el reglamento era prácticamente libre. Creo que habría que apostar por un reglamento mucho más abierto, por un campeonato con coches cliente, pero no al precio que propone McLaren. Puesto que esto no es fácil, un primer paso en esa dirección pasaría por la descongelación de motores, pasaría por entonar un 'mea culpa' por el error, un error que ocurre por el enfrentamiento personal entre Bernie Ecclestone y Jean Todt. La Fórmula 1 es víctima del ego de Ecclestone y Todt, dos personajes que no se soportan y que están enfrentados. Lo están hundiendo, entre el uno y el otro. Uno está intentando imponer unos motores argumentando que esa tecnología es mucho más ecológica, cuando la experiencia nos demuestra que nunca en la historia hubo motores tan decepcionantes y a la vez tan caros como los que tenemos actualmente en la Fórmula 1. Un V8 o un V12 son mucho más económicos, se basan en la sencillez tecnológica. Parece que cuanto más complicada sea la arquitectura de los motores es mejor. ¿Mejor para qué? Porque ni en prestaciones ni en competitividad estos motores son mejores que los de antaño. El gran argumento de la economía que suponía apostar por estos motores híbridos... yo no veo el ahorro por ningún lugar. Vestirse de ecología y de verde es muy guay, pero es un discurso hipócrita, la verdad es otra muy distinta.