Di Resta y su doloroso regreso: "Las botas me estaban matando"
El piloto Paul di Resta regresó a la Fórmula 1 el pasado Gran Premio de Hungría, para sustituir a Felipe Massa, que se encontraba indispuesto y no pudo ni clasificar ni correr en Hungaroring. El piloto reserva de Williams no competía en la categoría reina desde noviembre de 2013, pero su regreso no fue el que esperaba, ya que tuvo que abandonar a diez vueltas del final, por un problema en el FW40.
Pero no sólo fue el abandono lo que causó al piloto escocés dolores de cabeza, el mismo Di Resta admitió que las botas que llevaba durante la carrera no eran de su talla, sino de una más pequeña y le molestaban.
"Ha sido bastante duro. Sin duda, pero lo más importante son los pies. Las botas eran demasiado pequeñas. Me estaban matando", ha reconocido en declaraciones para el portal web estadounidense Motorsport.com.
Di Resta corre, desde que abandonó la F1 a finales de la temporada 2013, para Mercedes en el campeonato alemán de turismos DTM. "Nunca se sabe, me encantaría”, respondió el piloto cuando se le preguntó si creía que, después de su actuación en Hungría, podría ser una pieza clave del mercado para la temporada 2018.
"No es ningún secreto que quiera estar en un coche de Fórmula 1, pero por lo menos espero haber demostrado que soy un piloto reserva fiable. Traté de abordar la carrera de la manera más profesional que pude", añadió el escocés.
Paddy Lowe, director técnico de Williams, ha alabado la actuación del escocés durante el GP de Hungría. "En estas circunstancias, Paul hizo un trabajo absolutamente fantástico", ha apuntado.
"Hubo muchos procedimientos como arranques de carrera y procedimientos de calentamiento de los neumáticos con los que no estaba familiarizado, pero él hizo un trabajo respetable, se mantuvo fuera de problemas, pilotó consistentemente y tuvo buenos comentarios al final de la carrera", ha reconocido Lowe.
El piloto reserva de la escudería inglesa nunca había pilotado el FW40, ni tampoco había estado en el simulador desde el GP de Australia. "La única verdadera vergüenza fue que no le dimos un coche capaz de llegar hasta el final”, ha expresado Lowe para concluir.
