Carlos Sainz no ha hablado con Ferrari, todavía
'Silly season', 'Juego de Tronos' o como quieran llamarlo. El caso es que existe un rey que podría tener las horas contadas en las tierras de Maranello y ése es Kimi Räikkönen. El finlandés empieza a desprender ese aroma incofundible a muerto deportivo mientras que la batalla por el asiento más prestigioso de la parrilla no ha hecho más que comenzar. Entre los postulantes a ser el nuevo colega de Vettel se encuentran Valtteri Bottas, Nico Hülkenberg, Daniel Ricciardo... y Carlos Sainz.
La rumorología en la F1 es un tren de mercancías imparable que no deja de arrojar nuevos nombres a la palestra. El último en aparecer ha sido el de Carlos Sainz. Otro más en la lista de sucesión al trono. El talento del español, que ha demostrado ser más regular e incluso más rápido que Max Verstappen –que también ha sido mencionado por la prensa holandesa como posible compañero de Vettel en el futuro–, se ha convertido junto al trabajo duro y humilde en su punta de lanza para cumplir el sueño de todo piloto: vestirse de rojo Ferrari.
De momento, lo cierto es que no ha existido contacto entre Ferrari y Sainz, si bien ya ha habido personajes con peso en el paddock que han tratado de poner en contacto telefónico a Carlos Sainz padre con Maurizio Arrivabene, según ha podido saber LaF1.es. El bicampeón mundial de rallyes no haría otra cosa que explicarle la situación contractual del madrileño de 20 años, que según los papeles tiene esta temporada y otras cuatro más bajo la disciplina del toro alado. Claro que todos los contratos tienen sus cláusulas y, aunque a priori es sólo la compañía de Dietrich Mateschitz la que puede liberar a sus paladines y nunca al contrario, no sería el principal escollo en una hipotética negociación con los de Maranello.
En cualquier caso, Carlos Sainz que está concentrado al máximo con Toro Rosso en su primera temporada de Fórmula 1. Ya es alabado por muchos como Boullier, Eddie Jordan, el propio Vettel o Ricciardo. Una variable más a tener en cuenta en la ecuación con la que pocos contaban. El español no piensa en otra cosa que intentar batir a su compañero de equipo, Max Verstappen y así demostrar a Red Bull que han acertado de pleno con él. Que su futuro está aquí, en la Fórmula 1. Sea con las alas de Red Bull o de rojo Ferrari, un color con el que coquetea especialmente Bottas, ayudado por su manager, el veterano Didier Coton.
