Hablamos con el asturiano

Alonso ante Indianápolis: "Uno de los mayores retos de mi vida"

12/04/2017 19:57

Fernando Alonso afronta las 500 Millas de Indianápolis como “uno de los retos más importantes” de su vida. Rebosa ilusión y determinación, aunque es consciente de que el tiempo de preparación es mínimo y que su experiencia en óvalos es nula. Quiere aprender todo lo posible en las próximas semanas para llegar bien preparado al Día D. Su objetivo es retirarse con la Triple Corona, un hito que hasta ahora sólo figura en el palmarés de Graham Hill.

Fernando explica que hay dos formas de convertirse en el mejor piloto del mundo. Una es superar los siete Mundiales de Michael Schumacher, hazaña que ve poco probable en el escenario actual. La vía alternativa es ganar las carreras más prestigiosas del panorama internacional –Le Mans, Indianapolis- para adornar un palmarés en el que ya figuran dos trofeos de Mónaco -2006, 2007-.

El asturiano admite que ahora vuelve a sentirse como un “debutante”, pese a sus más de 15 años de dedicación a la Fórmula 1. Por el choque cultural que esto implica y la importancia del escenario, piensa que puede ser uno de los momentos culminantes de su trayectoria profesional.

"Seguramente es uno de los retos más importantes de mi vida”, ha dicho preguntado por SoyMotor.com en rueda de prensa. "Es la carrera con más seguimiento del mundo, es una de las más antiguas del mundo… Grandes cosas se han gestado ahí. La historia del motor va de la mano de las 500 Millas de Indianápolis".

Fernando remarca que los retos que se le presentan son diferentes a los que conoce en la Fórmula 1.

"El no tener ningún conocimiento de Indianápolis, el no tener ninguna preparación… Ninguna de mis técnicas de conducción se han desarrollado para ese tipo de coches y circuitos. Seguramente te hace sentir como un rookie, un principiante. Tienes que usar toda la experiencia que tienes en la Fórmula 1, todo lo que llevas detrás, no para conducir el coche pero sí para adaptarte lo más rápido posible, para tener la máxima ayuda del equipo, de mis compañeros, expilotos…"”, ha añadido a esta cabecera.

Alonso tendrá que acostumbrarse a las altísimas velocidades del mítico óvalo, cuya vuelta rápida de 2016 promedió 360 kilómetros/hora.

"No da miedo, pero esperemos que este año sean 361 entonces. Al final cuando estás en el monoplaza seguro que siempre te parece poco, siempre quieres ir a más. Son velocidades altas, son velocidades altas durante muchísimo tiempo y con coches alrededor, que es una de las diferencias. Ahí se juega mucho con los rebufos, ir en grupo para ahorrar combustible… Eso también requiere un respeto enorme entre los pilotos que estamos en la pista para tener la máxima seguridad. Muchas cosas que aprender, muchas cosas que conocer y como digo, un reto enorme con una dificultad enorme", ha finalizado.

No cree que esta noticia compense las malas sensaciones que le han acompañado hasta el momento con su McLaren MCL32.

"No, no ni mucho menos. Lógicamente quieres ganar en cada carrera que compites y este año en cada carrera con McLaren Honda es difícil tener buenos resultados, y esto lo queremos cambiar lo antes posible. La temporada es larga y creo que van a llegar cosas buenas, y es donde tengo mi máxima prioridad. Incluso en Canadá, que llegará después de las 500 Millas, espero que allí veamos gran parte de las mejoras que estamos esperando. Esto es una oportunidad única de participar en una carrera única y es una buena casualidad, pero no tiene que ver con la frustración, ni tengo la frustración que pueda sentir el aficionado desde fuera. Desde dentro, claro que me gustaría ganar, pero no tengo esa frustración que se puede pensar desde fuera", ha comentado en respuesta a Mundo Deportivo.