Domenicali, el presidente de Fórmula 1 que pudo ser jefe en Audi

No es el orgullo de director ejecutivo de la categoría por haber conseguido, finalmente, la entrada del Grupo Volkswagen en el paddock, algo que la Fórmula 1 llevaba más de una década persiguiendo, sino porque estuvo muy cerca de ser él el que luciera la camisa con los cuatro aros en un acto similar, como jefe de equipo del desembarco que nunca llegó.

El 30 de octubre de 2014, el Grupo Volkswagen confirmó el fichaje de Stefano Domenicali por Audi. Domenicali había dejado su cargo de jefe de equipo de Ferrari unos meses antes, el 14 de abril.

El desembarco en la firma de los cuatro aros se asoció de inmediato con el interés de la marca por entrar en F1, pero la marca de los aros seguía comprometida con Le Mans tras haber estado dominado las últimas ediciones. Pese a los desmentidos de la marca –apenas cuatro días antes del fichaje del italiano, había asegurado que no le interesaba la F1 sólo el Mundial de Resistencia, el DTM y los GT– y aseguró que Domenicali tenía una misión de estudio avanzado sobre movilidad, pero todos pensaban que podía ser una cortina de humo.

En 2016, la 'esperanza' de ver a Audi entrar en F1 se esfumó cuando a Domenicali le nombraron director ejecutivo de Lamborghini, donde sería artifice de un gran cambio en la marca. Desde el primer momento dejó claro que la F1 no era para Lamborghini.

Dejó la firma italiana, propiedad de Audi, el pasado verano. A finales de septiembre de 2020 se anunció que iba a ser el nuevo director ejecutivo de la F1 y que sustituiría a Chase Carey, que se retiraba a final de año.

Diez años después de que Domenical dejara Audi –por Lamborghini– los destinos vuelven a unirlos, aunque Stefano tenga ahora un rol diferente.