Elfyn Evans, el 'tapado' que puede ser campeón del mundo este fin de semana

Elfyn Evans era el 'relleno' del equipo Toyota. Tommi Mäkinen confió en él como 'el tercer hombre'; lo prefirió a Kriss Meeke ya que antepuso la regularidad de Elfyn a la velocidad –y las salidas de pista– de Kriss.

Con Tänak 'huyendo' a Hyundai con el título bajo el brazo, Tommi convenció a Sébastien Ogier, cinco veces campeón del mundo, para conquistar el título de pilotos. Apostó por el joven Harri Rovanperä como valor de futuro, pero sabía que ésta iba a ser una temporada de aprendizaje para el joven finés y que no podía darle la responsabilidad de liderar el equipo. Ogier, por su parte, ya había anunciado que este sería su último año –aunque a la vista de esta minitemporada, ha decidido seguir un año más– y Elfyn era el encargado de recolectar puntos para constructores.

Pero los planteamientos sobre el papel, por muy buenos y lógicos que parezcan, chocan algunas veces con la realidad, con los imponderables aleatorios y en una temporada de calendario capado y pruebas recortadas, Evans se mostrado el más regular.

Mientras los hombres que aspiraban al título –Tänak, Ogier y Neuville– alternaban altibajos y una victoria cada uno de ellos, Evans ha sumado dos, más otro podio y nunca ha estado más allá del cuarto en las cinco pruebas disputadas. Los favoritos, por la presión, por los riesgos que hay que tomar para ganar, han tenido algún cero y Evans ha ido a lo suyo y ha sabido sacar tajada de la situación.

En ese camino, el hijo del conductor de autobús escolar más rápido del mundo –su padre Gwyndaf Evans combinaba este menester en Gales con el trabajo en el concesionario Ford que había fundado su abuelo, aunque era más conocido por sus duelos con Malcom Wilson en los rallies británicos–, tuvo principios un tanto difíciles, en los que Wilson jugó un papel clave, tanto que desde que se convirtió en piloto fijo en el Mundial siempre ha sido con M-Sport hasta esta temporada… incluso el año en el que Malcom decidió 'degradarlo' a R4 –o WRC2–, lo que le permitió acabar de madurar. No es de extrañar esta vinculación con Ford.

A sus 31 años acumula 98 pruebas del Mundial, de ellas más de 70 en la categoría reina; ha ganado tres rallies y sobre 60 especiales, buena parte de ellas este año.

Evans llega a Cerdeña como líder del Campeonato. Quedan 60 puntos en juego –los 30 italianos y los 30 de Ypres– pero dispone de 18 de ventaja sobre su compañero Ogier, 27 sobre Tänak y Rovanperä y 32 sobre Neuville. No será fácil que salga de Cerdeña campeón, pero en el peor de los casos llegará a Ypres con posibilidades de título; sus rivales saben que no pueden fallar... porque Evans estará allí, aprovechará la menor oportunidad… y prefería no tener que jugarse todo en el dificilísimo y 'desconocido' Ypres.