Mol Racing, el equipo de Molina, adelanta su debut: test en Barcelona

La razón es clara: en el Circuit de Barcelona-Catalunya debutaba Mol Racing, el equipo de Fórmula 4 que Miguel ha puesto en marcha para dar continuidad y salida a los pilotos que corren en su equipo de karting u otros kartistas que quieran saltar al automovilismo.

Molina tenía previsto el debut de su equipo para el próximo año, pero tras recibir ya los dos coches –sin duda quiere que sus jóvenes debutantes puedan hacer test invernales–, decidió alinear a Javier Sagrera en la prueba barcelonesa.

Está claro que Miguel no ha hecho las cosas de cualquier modo, sino que las ha planteado hasta el fondo. En los boxes pudimos ver al experimentado 'Chus' Sánchez al mando de las operaciones. 'Chus' lleva tras sí una larguísima trayectoria en competición, que comenzó en motociclismo acompañando a Sito Pons y que luego trasladó al automóvil, donde estuvo asimismo con Pons Racing en las World Series. Actualmente sigue involucrado en el deporte del motor.

Me sorprendió Sagrera. No esperaba un debut fulgurante, pero fue de menos a más. De la bisoñez de los primeros compases a ser octavo –eso sí, ayudado por una última vuelta loca de algunos de los que le precedían– en la tercera y última carrera. Un progreso constante en lo que más que una carrera para él y para Mol Racing eran un test a tamaño real.

Me complace este paso de Miguel y no me sorprende. Él tiene una pasión innata por la competición, heredada de su padre, Mariano, hombre clave en el kartismo español. Molina fue el primero de su generación hispana –la mejor que globalmente hemos tenido–, que tuvo claro que el ascenso a la Fórmula 1 era tan difícil como improbable y busco otros derroteros para convertirse en profesional. De eso hace muchos años y no podemos decir que no haya tenido éxito: piloto de Audi en el DTM y ahora de Ferrari en competiciones GT. Una carrera que está siendo larga y eficaz y en la que todavía le quedan numerosos temporadas por delante.

Pero también me gusta porque este paso ayudará a consolidar todavía más la Fórmula 4 española, que este año ha dado un salto cuantitativo y cualitativo importante. 19 participantes en la última carrera es algo importante, interesante, de promesa de futuro. Eso sí, me hubiera gustado que hubiera más pilotos españoles en la parrilla que los que estuvieron en Barcelona –seis de 19–, pero parece que el camino de esta categoría, cuyo nacimiento fue largo y farragoso, apunta a la consolidación.