El sueño de Iván Pareras

Lo confieso. A lo largo de mi vida de periodista he vivido muchas experiencias con jóvenes talentos. No he visto a ninguno que no piense en la Fórmula 1 y que no considere que Le Mans o el DTM son un mal menor, por no decir opciones que sólo contemplan estos dos certámenes como un camino cuando el ascenso a la Fórmula 1 se traduce en imposible. Por supuesto "también pienso en Le Mans o el DTM, pero de momento las Blancpain son lo lógico".

Pocos pilotos jóvenes me han dicho lo que Pareras de una forma tan clara y llana. De hecho, sólo conozco a Pepe Oriola, que tras despuntar en karting tenía claro que su camino no eran los monoplazas. Quizá por presupuesto, pero también por problemas debidos a su altura. Otros han tenido este debate cuando han comprobado que, al llegar a los alrededores del 'paddock prometido', no había puertas sino murallas. Antonio García, Miguel Molina, Andy Soucek, Albert Costa y Dani Juncadella están en ese grupo.

Pareras sólo tiene 17 años, pero sus actuaciones en las dos últimas ediciones de las 24 Horas de Barcelona no deben pasar desapercibidas. En 2017, con apenas 16 años, se convirtió en el Poleman más joven y el ganador más joven de la prueba con el Ginetta del equipo NM Motorsprot de Nil Montserrat. Este año, con un Audi, ha sido el encargado de calificar el coche en quinta posición ante pilotos con gran experiencia en GT. En la carrera, dos pinchazos le costaron a su coche casi media hora, pero luego mantuvieron un ritmo competitivo que reveló que, en condiciones normales, hubieran podido luchar por el podio.

Nacido en Canovelles, municipio casi adosado a Granollers, Pareras estudia el bachillerato tecnológico con la vista puesta en cursar estudios superiores en mecánica cuando llegue el momento.

Tiene experiencia tanto en karting como en automovilismo, aunque en este campo aún es corta. Con karts ha conseguido buenos resultados en España, pero no ha traspasado nuestras fronteras. Y, en automovilismo, tiene la experiencia de un subcampeonato en el CERT de turismos el año pasado. Y las 24 Horas, claro, que le han abierto las puertas internacionales.

"Este año estoy corriendo el europeo de GT4 con un Mercedes AMG de Leipert Motorsport. La GT4 European Series es una competición muy complicada, con casi 50 coches en pista y más de 90 pilotos con mucho nivel. Pero me he adaptado bien a la competición".

En las cinco pruebas disputadas hasta la fecha –diez carreras-, ya sabe qué es subir al podio. Fue en la segunda carrera de Brands Hatch, donde, junto a su compañero Marcus Paverud, llevó su Mercedes hasta la tercera plaza. Y en la segunda carrera de Misano llevó su coche a primera fila de parrilla. Tiene también un quinto y un sexto, habiendo puntuado en seis de las 10 carreras celebradas.

No tendrá tiempo de degustar la carrera del Circuit. El jueves volará a Nürburgring para la última carrera del europeo de GT4. Su compañero y él van 13º en el campeonato, empatados a puntos con el 12º. El objetivo no es otro que puntuar y terminar el campeonato en el Top 10.

Lo quiere y lo desea, "porque en 2020 quiero llegar a las Blancpain como profesional". Y lo dice convencido de que lo logrará. Me ha sorprendido su talento, despuntando desde el primer día. Así que voy a seguirlo… y espero que los buenos aficionados también lo hagan.