¡Que no nos quiten Fafe!

En el Mundial de Rallies no sólo hay uno. A fin de cuentas, por proporción deberían haber muchos más. Mientras los circuitos suelen tener una longitud de pocos kilómetros, los vehículos de rallies tienen que hacer frente a más de mil kilómetros en cada prueba, contando enlaces. Las pruebas de antaño eran considerablemente más extensas, pero esa es otra historia.

Como decía, en el WRC hay infinitos parajes a los que admirar. Desde las heladas carreteras de Monte Carlo hasta la calidez de las antípodas. Desde los tramos de asfalto y tierra, hasta la nieve de Suecia. Todo ello, volando. Literalmente. Estos bólidos vuelan cada vez que se les presenta la oportunidad. Colin's Crest, Micky's Jump o los famosos saltos de Ouninpohja, entre otros, tienen la culpa. No obstante, en este selecto grupo aparece uno muy cercano: Fafe.

Cada año, los fervientes aficionados acuden a su cita con Fafe y su célebre salto. Como viene siendo habitual, el espectacular recorrido fungió como Power Stage para otorgar puntuación extra a los cinco pilotos más rápidos. Pero no todas las miradas se centraron en el paisaje o, incluso, en los pilotos y copilotos tratando de despegar como si de un avión se tratase.

Allí había un protagonista más. En realidad, no sólo uno. Según nos cuenta Iván Flórez, miembro de Sanse Racing Team, inmerso en la Peugeot Rally Cup Ibérica, ¡asistieron casi 300.000 personas! Sobre las montañas portuguesas se agolpaban los más apasionados a los deportes de motor, sin importar la edad, tamaño o condición, en pos de ser capaz de ver a sus ídolos encarando el aclamado salto. Con suerte, poder oler el aroma a gasolina e incluso recibir una bofetada de polvo. Sí, también se disfruta.

No en vano, los protagonistas hicieron las delicias de sus más allegados, sabedores del deleite que supone para ellos. Los Neuville, Ogier, Sordo, Latvala... todos saben cuán importante es para los devotos ese momento de gloria. Sin embargo, el futuro es incierto y, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, la FIA tiene potestad para suprimir o modificar tramos, así como para cambiar por completo el Rally de Portugal, organizado al sur del país durante varios años.

Cabe recordar que este año, uno de los recorridos más icónicos del calendario, el Ouninpohja de Finlandia, no estará presente en el itinerario del 1.000 Lagos. La Federación comienza a hacer estragos debido a las altas velocidades alcanzadas por la nueva generación de coches. Esto no quiere decir que hayan fijado su punto de mira en Fafe, pero, por si acaso, hablemos claro: ¡Que no nos quiten Fafe!

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