El Pioneer 25 supera el 'crash test' de la FIA

Es un paso decisivo para concluir el desarrollo de este coche que a partir del próximo año dará vida al primer campeonato reservados a la tecnología ‘Fuel Cell’.

Un test sumamente exigente en que el chasis debe superar resistencia suficiente a los impactos frontales, traseros, laterales y vuelto. En ellos se comprueba que el habitáculo, la denominada célula de ‘supervivencia’ mantiene a salvo a los ocupantes del vehículo.

Pero, en este caso, las pruebas han ido más lejos de lo habitual porque aquí se debía proteger asimismo los depósitos de hidrógeno. Como se sabe, estos depósitos contienen hidrógeno sometidos a elevadísimas presiones para que puedan contener una cantidad significativa de este elemento, el más ligero de la naturaleza.

En condiciones normales de presión y temperatura, 2 gramos de hidrógeno ocupan 22,4 litros, por lo que una cantidad significativa, pongamos 5 kilogramos, ocuparía ¡56.000 litros!, una cuba casi un 50% más grande que un tráiler cisterna de aprovechamiento de gasolina, de ahí que se necesite someterlo a presiones muy elevadas, lo que implica también que este gas baje su temperatura por debajo de los 200º bajo cero.

La seguridad del tanque es imprescindible. En contacto con el aire reacciona espontánea y violentamente con el oxígeno, razón por la cual deben protegerse de un eventual choque que pudiera producir roturas.

“Hemos añadido estructuras de composites de carbono para proteger adecuadamente los dos tanques de hidrógeno. Y contra los impactos laterales tenemos estructuras de compuesto a cada lado que absorben energía. Los sistemas de alta y baja presión de hidrógeno también se instalaron durante las pruebas. Los sistemas se presurizaron para ambas pruebas, y las presiones dentro de ellos se monitorearon como datos en vivo. Eso fue para asegurar que los sistemas no se dañaran y perdieran presión”, ha añadido Grain.

Pero la Extreme H no se contenta sólo con eso. Antes de comenzar más pruebas en pista, lo que se espera a finales de este mes y durante todo octubre, habrá un test específico de resiliencia “para los tanques y paquetes de baterías”.

Se espera superar esta prueba y los primeros test en pista para comenzar a fabricar los coches necesarios para la serie, que se quieren entregar a los equipos a finales de este mismo año