El despropósito del nuevo sistema de puntos del WRC queda al descubierto

Esapekka Lappi ha logrado una convincente victoria en la prueba sueca, pero ha sumado menos puntos –cinco, todo un mundo– menos que Elfyn Evans, segundo. Y Thierry Neuville, cuarto, o Adrien Fourmaux, tercero, han sumado sólo un punto menos que el ganador.

El segundo clasificado del #RallySweden (Evans) ha sumado más puntos que el ganador (Lappi). Pero... ¿por qué? 🤔 🧵 ¡Hilo va! pic.twitter.com/McXLK7ACke

— SoyMotor.com (@SoyMotor) February 18, 2024

Y lo mismo sucede con el campeonato de constructores: el primer y cuarto de Hyundai vale sólo un punto más que el segundo y el 'porras', 39º de la general y 7º de los Rally1 de Rovanperä.

Que el ganador del Rally de Suecia haya sacado sólo 7 puntos a Rovanperä, que ha sido 39º, no es de recibo: pura, simple y llanamente.

El líder del sábado no puede permitirse atacar el domingo, so pena de perderlo todo. Y los que perdieron todo el sábado pueden –deben– correr para minimizar las pérdidas, casi invertirlas.

Puedes abandonar viernes y sábado, que puedes llevarte buenos puntos el domingo. Pero si el domingo abandonas, lo pierdes todo.

RI-DÍ-CU-LO, IN-JUS-TO, PA-TÉ-TI-CO.

Es cierto, a final de año algunos se felicitarán –lo deben hacer ya ahora– porque "el campeonato está más disputado que nunca". Hyundai y Toyota, igualados a puntos… pese a las dos victorias de los coreanos. Neuville y Evans, separados por sólo tres puntos en la clasificación de pilotos. No verán que los rallies están más desnaturalizados que nunca, que la especialidad pierde fuelle a marchas forzadas.

Podría entender que las tres etapas puntuaran de forma independiente y hubiera un bonus para el podio final. Pero este sistema fluctúa más que las cotizaciones de bolsa en tiempo de crisis.

El despropósito queda todavía más al descubierto cuando este 'milagroso e imaginativo' sistema de puntos no se aplica a WRC2. Una categoría que incluso pierde los puntos de la 'power stage'. Quien tiene un problema, se queda sin puntos. Es decir, se vuelve al sistema tradicional, sin aderezos ni salsas raras: el resultado final es el único que vale.

Y en Junior WRC, ganar una especial suma un punto, además de los finales del rally.

Tres campeonatos, tres formas distintas de afrontarlos, tres tipos de puntuación diferente. Está claro, muy claro, que esto es una ceremonia de la confusión.

Los rallies –el Mundial– tienen un grave problema. Tiritas y aspirinitas no son suficientes… no curan la infección y ésta va creciendo. No se trata de pedir un nuevo tratamiento sino de cambiar de médico, a ver si aciertan en el diagnóstico.