Recarga a media carrera, un camino excitante para la Fórmula E

Desde hace tiempo defiendo que el verdadero problema de los automóviles eléctricos no es la autonomía, sino el tiempo de ‘recarga’. Para dar más autonomía se recurren a enormes ‘packs’ de baterías que acaban siendo un cuádruple problema. De espacio, de peso, de eficiencia energética... porque a más peso más consumo en aceleración, de tiempo empleado en la recarga. Y, sobre todo, de precio.

El tiempo de recarga crea un problema, la necesidad de muchos más ‘postes’ de recarga, cargadores. Si repostar un automóvil ‘térmico’ conlleva un par de minutos, uno eléctrico 15 veces más, fijo, por no decir 30. De esta forma por cada poste de gasolina necesitaríamos unos de veinte cargadores rápidos.

El problema económico es asimismo importante. Las marcas se vanaglorian de coches de 500, 600, 700, 800 kilómetros de autonomía. Es superior a la de la mayor parte de vehículos de gasolina. Pero la recarga final emplea mucho tiempo. A la postre, en una distancia de 1.000 kilómetros el coche de gasolina acabaría sacando bastante tiempo al eléctrico.

Por otra parte, las baterías precisan una serie de elementos que no son abundantes en la naturaleza y, por lo tanto, son caros. Es más, la ubicación de los yacimientos está en muchas ocasiones en países no seguros cuando no competidores.

La Fórmula E para muchos es un tanto incompresible. Los coches son todos iguales y parece más un instrumento de marketing -que lo es- que una batalla tecnológica. 

Pero aunque en apariencia los coches sean iguales y sus diferencias están sólo en el motor (y el cambio y la suspensión trasera) en algo que no se ve, cumple una función de investigación tecnológica. En realidad, la tecnología de motores eléctricos es tan avanzada que poco se puede ganar pero la gran diferencia está en el software de gestión.

Personalmente me pareció que al imponer una batería común para todos, la Fórmula E perdió una oportunidad importante de investigación tecnológica. Sigo pensándole, aunque matizo que quizás si se hubiera abierto esa caja de pandora, de coste imprevisible, quizás la Fórmula E no habría sobrevivido.

En cualquier caso, siento mucha curiosidad por ver como se comporta la ‘recarga’, como cambia las carreras… y saber que se aprende para ser trasladado a la serie.