La decisión de suspender el GP se ha tomado de forma "unánime", asegura el alcalde de Imola

A sólo dos días de que comenzase la actividad en pista en Imola, la Fórmula 1 junto con todas las autoridades competentes han decidido no celebrar este fin de semana el Gran Premio de la Emilia-Romaña en el trazado de Imola. Las fuertes lluvias de los últimos días han derivado en una situación crítica en la región, debido a las inundaciones y el riesgo de desbordamiento de ríos, y que han obligado a movilizar a todo el personal de emergencias de la región. 

Ante esta situación, la suspensión del evento era una necesidad. "Se optó por una unanimidad no disputar el Gran Premio por respeto a la situación en la que nos encontramos y para permitir que todos los esfuerzos y medios del personal de emergencias se concentren en apoyar a las personas en dificultad", ha explicado el alcalde de Imola, Marco Panieri, en declaraciones que publica el periodista italiano Giuliano Duchesa en su cuenta de Twitter. 

Así pues, la seguridad es lo primordial ahora y lo deportivo pasa a un segundo plano. Por el momento, sólo se ha hablado de la suspensión del Gran Premio este fin de semana, pero no del aplazamiento y la reubicación. Y el alcalde de Imola sostiene que se hablará con todas las partes implicadas cuando pase la situación de emergencia. 

"En un momento posterior, lejos de esta emergencia, podremos retomar el diálogo entre todos los sujetos involucrados para continuar juntos en esta colaboración que nos había llevado al Gran Premio de Imola", ha señalado.