Tombazis: "Con el límite presupuestario, recuperar la competitividad puede ser largo y doloroso"

El límite presupuestario fue introducido para evitar que los equipos con más dinero pudieran obtener una abrumadora superioridad gracias a su mayor capacidad tecnológica y poder disponer de más y más cualificado personal técnico.

Aunque los equipos pequeños difícilmente podrán flirtear con ese límite, los de cabeza perderían una parte importante de ventaja y los de medio pelotón se les acercarían y a la vez verían como algún equipo pequeño comienza a incordiarles. Disminuirán las brechas, pero no se anularán.

"La clave del reglamento financiero es que ningún equipo podrá gastar tres veces más que otro. Y esto es un efecto bueno. Pero por otra parte esto significa que si estás detrás no puedes intentarlo todo para compensar el déficit", ha señalado Tombazis.

El ingeniero, director de monoplazas de la FIA, ha explicado que "antes, algunos equipos comenzaban la temporada sin ser competitivos porque habían cometido errores en el proyecto o habían errado el concepto. Durante las primeras carreras eran casi humillados por los adversarios. Tenían la ocasión de introducir mejoras masivas, rediseñar el coche en esos tres o cuatro primeros meses, para a partir de Barcelona y Canadá ser competitivos y acabar ganado carreras a final de temporada. Es algo que conozco bien, porque me ha pasado. Pero ahora, con el reglamento financiero, esto es imposible. Si tienen un retraso, el periodo de recuperación es largo y doloroso".

El 'budget cap' ha traído, justo es reconocerlo, una ventaja muy importante: los equipos parecen saneados financieramente, los grandes producen buenos beneficios, los pequeños no son un pozo sin fondo. Y en conjunto, el valor de los equipos aumenta porque al ser el presupuesto abordable y haber posibilidad de beneficios hay interesados en comprar e invertir.

Hay un segundo problema en el aire. Los equipos pequeños, que han hecho bastante con sobrevivir, han quedado atrasados en inversiones. Pero existe asimismo un 'límite de inversión', por lo que la puesta al día en temas de bancos de pruebas de última generación, simuladores o túneles de viento tarda en dar sus frutos. En parte porque algunas de estas herramientas tienen un largo plazo de construcción y entrega. De otra, porque al tener un tope de inversiones, se tarda más tiempo en poder tener estos elementos.