La pesadilla de Tsunoda a su llegada a Estados Unidos: “Casi me voy de vuelta a casa”

El joven de RB ya lleva varios días en el país. Tuvo que viajar antes del fin de semana porque tenían un acto promocional –con Honda, donde condujo un coche de IndyCar–. Sin embargo, lo que el japonés no se esperaba es que en el aeropuerto le pusieran ningún problema para pasar los controles. 

Él mismo ha contado cómo se sintió en aquel momento: "Por suerte me dejaron entrar después de un par de discusiones, muchas discusiones en realidad. Estuve a punto de que me mandaran de vuelta a casa. Ahora todo está bien, pero sí, por suerte estoy aquí", recoge Autosport. 

Le llevaron a una sala aparte para interrogarle. No le permitieron que se comunicase con ninguna de las personas con las que estaba compartiendo el viaje. Simplemente le pidieron que fuese a otra habitación para responder a las preguntas pertinentes, antes de autorizar su entrada a la ciudad. 

"Estaba mi fisio con el que viajo. Obviamente, cuando pasas por la aduana, vas individualmente, ¿no? Y de repente él [el funcionario] me metió en la habitación y cuando tuve una conversación dije: ¿puedo traer a la persona con la que voy a viajar? ¿Quizá me pueda ayudar un poco a explicarle un poco más sobre mí y la situación en la Fórmula 1?", ha recordado. 

"Pero no me permitieron traerlos ni siquiera llamar a nadie. Quería llamar también al equipo, o quizá a la F1 para que me ayudaran. Pero en esa sala no se puede hacer nada", ha añadido en su relato de los hechos. 

Una circunstancia que resulta llamativa. Más que nada porque ya había pasado, hace apenas dos semanas, por el triplete de Austin, México y Sao Paulo. Y, de acuerdo con su versión de los hechos, tenía toda la documentación en regla.

“Hice los visados y todo. Ha sido una pena. Supongo que con los tres últimos pude entrar sin problemas. Así que me pareció un poco extraño que me pararan y tener una discusión en condiciones", ha asumido. 

Tal vez, ha reconocido, el problema es que no le reconocieron: "Quizá llevaba un pijama y el color parece… No lo sé. Me parece que me presionaron mucho y no pude decir nada. De lo contrario, si digo algo siento que tengo más problemas. Por suerte pasé sin problemas".