Ferrari no piensa partir de cero ni copiar a Red Bull para 2024

En Maranello lo saben y están trabajando duramente para volver a ser competitivos y preparan soluciones drásticas.

El SF-23 arrastra todavía las características de la ‘era Binotto’. Estaba diseñado y muchos elementos incluso fabricados, cuando Frédéric Vasseur aterrizó en la Scuderia.

Pero ello no quiere decir que todo sea malo. Carlos Sainz ha llamado la atención sobre algunas características que se deben preservar y conservar: velocidad punta y paso por curva lenta y corta. También la forma en que permite afrontar los pianos.

Pero el madrileño, que acostumbra a trabajar estrechamente con los ingenieros, sabe que un coche es un equilibrio de factores y que algunas veces para mejorar uno hay que sacrificar un poco otro.

La clave no es hacer un coche que vaya muy bien en trazados rápidos y sufra en lentos o viceversa. El ejemplo que nos da Adrian Newey es un coche que vaya suficientemente bien en todas partes. Estudiar todos los trazados a fondo, todos los asfaltos y las temperaturas que cabe esperar para elegir una solución idónea.

Lo que parece más urgente es conseguir que la ventana de trabajo de las gomas sea lo más amplia posible y que la degradación sea asumible. Esta es la principal carencia del SF-23, el principal hándicap con Red Bull. Todo debe mirarse en ‘óptica Red Bull’ porque son las ‘tropas’ de Newey las únicas que han conseguido llegar al consenso ideal. Puede pensarse que parte de ello se debe a Max Verstappen, pero no debe olvidarse que, pese a una temporada de grandes altibajos, Sergio Pérez ha sido subcampeón.

La clave no está, dicen en Ferrari, en copiar a Red Bull. Sainz admite que los austriacos "llevan año y medio de ventaja en su concepto", en buena parte porque ellos –también Mercedes– se han mantenido fieles a la base aerodinámica que eligieron para 2022. Y Vasseur señala lo mismo: "si copiamos, lo máximo que se puede aspirar es a ser segundos".

El tema es que mientras copias, el rival avanza y siempre va un paso por delante. Puede ser buena solución para un equipo de media tabla, pero no para quien aspira a ganar GP y títulos.

Las dos áreas clave en las que se quiere trabajar son un nuevo chasis y sobre todo una nueva suspensión trasera. Lo primero, porque se debe modificar la posición de elementos deformables de protección lateral, con el fin de poder mejorar la aerodinámica. Y lo segundo, para hacer un tren trasero que cuide mejor las gomas y deslice menos.

En Ferrari tienen claro que la segunda parte de la temporada ha sido bastante buena. Si nos fijamos tras el verano, han sido el equipo que más puntos ha sumado –salvo Red Bull, ‘of course’–. Desde Países Bajos a final de temporada han sumado 191 puntos, los mismos que McLaren, pero con la mala fortuna final de Sainz, y los únicos que han ganado un Gran Premio, en Singapur; recuperaron 52 puntos a Mercedes y sacado un montón a Aston Martin que se quedó atrás. Si hablamos de media temporada, es decir a partir del GP de Bélgica, la ganancia es aún mayor: 24 puntos sobre McLaren y 47 sobre Mercedes.

"Creo que hemos cedido muchos puntos por temas de fiabilidad, de estrategias, etc. No debemos tirar a la basura todo lo que tenemos y comenzar de cero cuando estamos sólo a 3 o 4 décimas", sostiene Vasseur.

Para el team principal de la Scuderia lo que deben hacer es "llevar todos los aspectos al límite. Concentrarnos sólo en uno o dos de ellos no es suficiente" y se muestra optimista porque "en esta segunda parte del año hemos hecho progresos evidentes".

Lo que quiere eliminar Vasseur es el ‘resultadismo’. No fijarse en las posiciones sino en las mejoras. No alimentar expectativas demasiado elevadas, porque acabas generando decepción.

Está claro que recuperar todo el terreno perdido no será fácil. Leclerc no lo cree posible, tampoco Hamilton y Toto lo creen para Mercedes. Pero lo intentarán. "Quizás si Max Verstappen empieza a sentir presión cometerá algunos errores".