El Gran Premio de Las Vegas, amenazado por los sindicatos de hostelería

El sindicato, que agrupa cocineros y camareros, cita como causas el hecho de que la mayor parte de contratos están caducados desde principios de año y que los salarios son miseros. Hasta la fecha no ha habido acuerdo, pero el Gran Premio es una ocasión única, toda vez que está prevista una afluencia inusitada de visitantes. Además, los precios de restaurants, hoteles y casinos se han disparado para la ocasión.

El sindicato ha perdido públicamente a los visitantes que les apoyen no acudiendo a la prueba. Y según Tedd Pappageorge, secretario/tesorero del sindicato, “las empresas de casinos han hecho algunos movimientos, pero estamos separados por millones de dólares. Los trabajadores quieren compartir las ganancias millonarias que tendrán estos establecimientos, considerando que ellos son pieza clave para las mismas. Entienden además que el evento supondrá una sobrecarga de trabajo importante y una merca en las condiciones de seguridad en el trabajo, incluso ello afectará al personal de limpieza".

Por el momento, parece que los Vip’s Club que Liberty montará para el GP no se ven afectados, ya que se les ha contratado en mejores condiciones.
Entre tanto, hay muchas otras protestas en Las Vegas, la ya caótica circulación en la ciudad se ha visto muy afectada por las obras de montaje de la carrera. El Strip es precisamente el ‘cogollo’ de las Vegas, el lugar donde todos los turistas quieren estar y donde están la mayor parte de casinos y hoteles de lujo.

Una buena muestra es que las ‘pantallas de privacidad’, que Liberty había instalado en alguna pasarela sobre el Strip han aparecido rajadas.

Why are they putting it up if it’s that easy to remove pic.twitter.com/mhpk6ZbQWq

— Marina (@xxoMarina) November 1, 2023

Particularmente la que da vistas a la Esfera. La intención de Liberty es que nadie pueda ver la carrera si no paga entrada, pero a su vez esta pasarela es punto obligado para los visitantes para hacerse selfies o tomar vistas panorámicas. Intentar dejarlos dos semanas sin ello, como mínimo, no es de recibo.
Los taxis locales cobrarán un suplemente de 15 dólares por carrera, una fórmula para incitarles a que trabajen y no a la huelga.

El problema es grave. Buena parte de los que han comprado entradas, a 2.500 dólares el asiento de tribuna, se alojan en los Casinos del Strip y para ellos no será agradable ver que no pueden recurrir al servicio de bar o al restaurante. Y no hay que olvidar que los paquetes VIP, a precio astronómico, van muchas veces aparejados a determinados servicios que, en caso de no recibirlos, podrían conllevar demandas millonarias.