25 años de la inauguración del Circuit de Barcelona-Catalunya

"La mejor demostración, los quince mil aficionados que se dieron cita. Nadie podía dar crédito, pero estaba allí. Han sido dieciséis años y medio, muy largos y casi vergonzosos. Y esta recuperación, la de un circuito apto para los eventos de más alto nivel, era como reencontrarse con parte de la propia identidad".

"Ahora le toca al RACC, como entidad gestora del trazado, mantener esa llama, esta convocatoria, con un nutrido programa de actos que sepan captar el interés de la tremenda afición que existe. Y a la afición, responder a la convocatoria. Hacerlo desde este mismo fin de semana, con las pruebas del campeonato de España de automovilismo; el día 29, con el Gran Premio de F1, y para rematarlo, con el Superprestigio de Solo Moto”. 

"En esa recta eterna las más poderosas máquinas de Fórmula 1 pueden sobrepasar los 300 kilómetros por hora", añadía Santi Nolla. "En los boxes, los mecánicos pueden cambiar un neumático en poco más de cinco segundos. 120.000 personas se calcula que pueden asistir a un Gran Premio. Las tablillas han sido cambiadas por ordenadores. Vuelve otro mundo. Vuelve tecnificado, sofisticado, espectacular, pero siempre impregnado de ese fuerte olor a aceite que es capaz de reunir a 15.000 personas en una inauguración. El Circuit ha sido diseñado con la colaboración de Nigel Mansell y Sito Pons. Ha costado mucho, pero Catalunya ya tiene lo que su tradición merecía. La inauguración de ayer es un buen presagio".

PDF: Los artículos de Raymond Blancafort sobre la inauguración del Circuit de Catalunya

"Un circuito para correr en el mundo" rezaba el titular de una noticia de La Vanguardia el 11 de septiembre de 1991. "Dos años, seis meses y quince meses después de haberse colocado la primera piedra se inauguró ayer el Circuit de Catalunya, que viene a poner punto final a los dieciséis años y medio de frustración que hemos padecido –y perdón por escribir esta vez en primera persona- quienes amamos y saboreamos los deportes de motor".

"El Circuit de Catalunya es ya una espléndida realidad en el que los aficionados, protagonistas o espectadores podrán solazarse o con la disputa de las más prestigiosas pruebas de los calendarios automovilista y motociclista. De la simple contemplación del circuito uno llega a la conclusión de que no se ha hecho una instalación para cubrir el expedienteo para salir del paso. El circuito es una impecable realización que cuenta con un trazado muy exigente, técnico y espectacular y, además, unas instalaciones complementarias irreprochables, junto con una excelente visibilidad para el espectador".

El Periódico se hizo eco de las declaraciones del entonces presidente de la Generalitat Jordi Pujol, quien fue el encargado de hacer los honores en el momento de la presentación. "El circuito ha costado 6.300 millones de pesetas, si incluimos la carretera interpolar. Es verdad que es mucho dinero, pero también es verdad que era una vergüenza que Catalunya, con una larga lista de campeones y con la tradición que la vincula al mundo del motor, no tuviera un circuito de primera línea".

La cabecera también destacaba los primeros nombres en atacar el asfalto. "El bautizo deportivo del Circuit lo protagonizaron Jesús Pareja con un Porsche oficial de resistencia y Sito Pons con una moto Honda 600cc de serie. Pareja recorrió los 4.747 metros en un tiempo de 1.49.31 minutos, mientras que Sito paró el cronómetro en 2.27.134. A esta primera sesión también hay que incluir una vistosa exhibición de vehículos Ferrari; asistieron los casi 9.000 socios colaboradores del Circuito y destacados personajes del motor, entre ellos Alex Crivillé, excampeón del mundo de 125cc, y Carlos Cardús, subcampeón del mundo de 250cc".

El Circuit de Barcelona-Catalunya se inauguró tal día como hoy de hace 25 años, si bien los esfuerzos por hacerlo una realidad se remontan a la desaparición de Montjuïc. El RACC compró unos terrenos en Caldes de Malavella en 1977, pero ocho años después desistiría en sus esfuerzos al no alcanzar un consenso con Ayuntamiento y Diputación. En 1986 el Parlament instaría al Consejo Ejecutivo de la Generalitat a "coordinar los esfuerzos pertinentes para la creación de un circuito permanente de velocidad" y sería entonces cuando el RACC hallaría el terreno sobre el que se acabaría edificando el Circuit. La primera piedra se puso en 1989 y la obra acabó dos años después.

Apenas tres semanas después de la inauguración, la Fórmula 1 hizo su primera visita a Montmeló. Era la primera vez que la categoría reina pisaba terreno catalán desde que en 1975 Montjuïc cayera del calendario por su peligrosidad. Aquel Gran Premio de España de 1991, recordado por la postal de Ayrton Senna y Nigel Mansell peleando rueda a rueda en la recta de Montmeló, terminó con victoria del león inglés

Un cuarto de siglo después, el Circuit se ha consolidado como un referente tanto a escala nacional como internacional. Se ha convertido en uno de los clásicos de la gira europea del Gran Circo, así como en un destino obligatorio en pretemporada por su ubicación geográfica estratégica y su naturaleza aerodinámica, que permite evaluar con precisión la efectividad de los nuevos monoplazas.

Para conmemorar este aniversario, el Circuit ha organizado una cena en sus instalaciones el próximo 16 de septiembre. Tendrá lugar en la mismísima recta principal y todo aquel interesado en asistir sólo debe acceder a la página web de la instalación y hacer su reserva.