De suspensiones, aplazamientos y otros líos de la historia de la F1

Pero no es el primer Gran Premio suspendido, no es algo inédito. La historia nos muestra algunos antecedentes en estos 70 años de Mundial de F1, que en ocasiones han provocado la suspensión o el aplazamiento de la prueba a otra fecha y en otras ocasiones, la carrera se ha salvado por la campana, incluso de forma un tanto vergonzosa.

No entramos en los casos de las carreras detenidas por bandera roja debido a diversas circunstancias, ya sea por accidentes o por causas meteorológicas. Éstas, que son mucho más numerosas, son carreras celebradas, que han dado lugar a puntos, completos o la mitad, y contabilizadas para el Campeonato.

Hay que remontarse a 1957 para encontrar las primeras suspensiones: Bélgica y Países Bajos. Entonces fue la primera crisis de Suez y el petróleo, que dificultó el abastecimiento de petróleo y por tanto, de gasolina. Los Grandes Premios de Bélgica y Países Bajos se suspendieron. Entonces se habilitó a final de temporada, con la crisis ya superada, una carrera extra en Pescara, junto antes del Gran Premio de Italia en Monza; fue la primera vez que se corrieron dos Grandes Premios de forma consecutiva.

Bélgica volvió a ser el escenario de otra suspensión en 1969. En esta ocasión, los pilotos se plantaron protestando por las condiciones de seguridad. Jackie Stewart, el hombre que cambio el concepto de seguridad para los pilotos, protestó pidiendo cambios para mejorar la seguridad del rápido trazado de Spa-Francorchamps. La GPDA –Asociación de Pilotos– siguió a Jackie y el Gran Premio se anuló, aunque volvió al calendario el año siguiente, 1970, con una chicane en Malmedy.

En 1975 estuvo muy cerca de anularse el Gran Premio de España de Montjuïc. De hecho, los entrenamientos del viernes no se disputaron porque los pilotos protestaron por la seguridad del trazado, después de comprobar cómo el guardarraíl no estaba suficientemente fijado en algunos lugares. Recuerdo muy bien el tema porque estaba en cronometraje y, como casi todos los que estábamos en la organización, bajamos a volver a  apretar todo el raíl. La mayor parte de pilotos se dieron por satisfechos, a excepción de Emerson Fittipaldi, que el sábado por la mañana ya estaba volando hacia casa. La carrera se disputó, pero se acortó por el accidente de Rolf Stonmelen que costó la vida a cuatro personas; fue la única victoria de Jochen Mass y la única vez que una mujer puntuó, medio punto para Lella Lombardi.

Reparación del guardarraíl de Montjuic en 1975 - © LAT Images

España volvió a ser protagonista en 1980, en el Jarama, el GP 'borrado de la historia'. En plena batalla entre los equipos garajistas británicos, liderados por Bernie Ecclestone, y los legalistas –FIA, Ferrari, etc–, el RACE –entonces con Carmelo Ezpeleta, el hombre que hoy dirige MotoGP, al frente, decidió apostar por el bando británico. Fue el primer GP 'pirata' de la historia, que no figura en los anales de la F1, pero se disputó; eso sí, sin los legalistas, que abandonaron el circuito.

Lo del GP pirata se repitió en Sudáfrica 1981, cuando los equipos británicos se presentaron con los coches de 1980, dotados de faldillas que acaban de ser prohibidas por el reglamento. Los constructores legalistas se pusieron de acuerdo con la FIA y abandonaron la carrera, que debía ser la apertura de la temporada. Los otros equipos corrieron, pero no bajo las reglas de F1 sino que el promotor del evento la declaró carrera para Fórmula Libre y por ello, tampoco figura en los anales de la F1.

Un año después, 1982, de nuevo el GP de Sudáfrica estuvo en entredicho. Esta vez por una huelga de pilotos, liderada por Niki Lauda. Estos estaban en contra de las nuevas condiciones de la superlicencia –se contemplaban contratos de tres años que sólo el equipo podría romper– y el precio abusivo de ésta. Se negaron a correr y acamparon en la entrada del hotel, donde bajaron colchones, todos juntos, pero al final cedieron tras llegar a un entente y se disputó la carrera.

En 1983 y 1984 Bernie Ecclestone apostó fuertemente por la celebración de un Gran Premio en Nueva York, no en Watkins Glen sino en un trazado urbano. Incluso figuró de forma provisional en el calendario, para finalmente saltar la fecha falto de permisos: los vecinos de Long Island, de Flushing Meadows y otras ubicaciones posibles se mostraron de forma abierta en contra de la iniciativa. Es lo mismo que está sucediendo ahora con el proyecto del GP de Miami que Liberty Media no logra sacar adelante, pese a sus esfuerzos.

En 1985, Spa de nuevo fue protagonista, pero no de una suspensión sino del primer aplazamiento de una carrera. Se había raesfaltado la pista justo antes de la prueba, pero no dio tiempo a que el asfalto se asentase. Cuando los coches salieron a rodar el viernes, el nuevo asfalto comenzó a levantarse y ya que resultaba imposible correr, la carrera se aplazó y se celebró en septiembre –con un calendario de 16 carreras y centrado en Europa, era más sencillo encontrar hueco– no sin problemas: bastantes pilotos estuvieron conformes, ya que algunos decían que el asfalto nuevo carecía de suficiente adherencia.

Problemas con el asfalto de Spa-Francorchamps en 1985 - © LAT Images

En 2005 nos encontramos con un GP que debió anularse, pero se corrió: Indianápolis, el llamado 'GP de la vergüenza'. Durante los entrenamientos, los equipos de Michelin avisaron de que el peralte destrozaba las gomas de forma rápida e inesperada. Hubo varios estallidos de neumáticos y accidentes. Michelin aseguró que no podía garantizar la seguridad de las gomas más allá de unas pocas vueltas y los equipos pidieron la suspensión de la carrera… pero los pocos equipos Bridgestone, con Ferrari al frente, se negaron. Todos se alinearon en la parrilla… pero en la vuelta de formación todos los pilotos Michelin entraron en boxes y sólo seis coches tomaron la salida al encenderse la luz verde.

Baréin, que ya ha sido anulado para este año 2020, vio cómo el GP de 2011 no pudo celebrarse. En el país del Golfo había estallado una revuelta y el caldeado ambiente político interno y las críticas externas por falta de democracia y violación de los derechos humanos, movieron a las autoridades locales a suspender la carrera, que recuperaron al año siguiente, aunque en medio de las críticas de los defensores de los derechos humanos hacia las autoridades del país y hacia la F1, que tacharon poco menos que de cómplice.

Este 2020 es el año de las suspensiones o aplazamientos: Australia, Baréin, China* y Vietnam. El coronavirus provocó el anunció de suspensión del GP de China antes de comenzar la temporada. Ya entonces se habló mucho de la posibilidad de que a esa suspensión le siguieran otras muchas de las pruebas iniciales.

Ya durante los test de Barcelona anticipamos la posibilidad de esta hecatombe, incluso vaticinando que el primer cuarto de temporada podía suspenderse o anularse. Nos quedamos cortos ya que con el anuncio del aplazamiento de Baréin y Vietnam, ha comenzado a surgir el temor de que tampoco haya carreras hasta mayo, lo que implicaría que Países Bajos y Barcelona deberían buscar fechas nuevas y que Mónaco también se caería del calendario. 

Toda una catástrofe financiera para la F1, un descalabró con el que hay que convivir y una catástrofe de imagen debido a la pésima gestión de una crisis anunciada, que Chase Carey no puede tapar diciendo que si el dinero fuera lo más importante, se habría corrido en Australia. Ahora hay que ver cómo se gestiona el futuro de esta temporada… pero seguro que nos iremos a finales de mayo, por lo menos, para volver a una cierta normalidad.

*GP de China 2020: El coronavirus ha sido también el responsable de que la carrera prevista para el 19 de abril se haya cancelado. Cabe destacar que China es el país en el que surgió el brote y de ahí se ha propagado por el resto del mundo. De esta forma, en la era moderna de la Fórmula 1, esto es, en lo que va de siglo XXI, han sido cinco las carreras canceladas si contamos el GP de Australia de este 2020. Está por ver qué sucede al final con el resto de citas del calendario, lo que dependerá de la evolución de la situación.