WEC: LMGT3, la categoría de pronóstico imposible

La igualdad en la categoría ha sido máxima y el hecho de que los equipos están limitados a un sólo piloto ‘pro’ como máximo, y uno deba ser por lo menos bronce hace que todo quede muy difuso. La clave no es un Pro rápido, sino en que el piloto bronce sea lo suficientemente rápido, sobre todo porque es quien Clasifica; en suma, lo importante es un trió equilibrado de pilotos.

Hay 18 coches en liza, dos por cada marca y además gestionados por equipos privados, lo que añade más incógnitas, pero entre los pilotos oro/platino están los mejores especialistas GT del momento y algún piloto ‘plata’ está prácticamente a su altura.

En esta categoría hay dos pilotos españoles en liza. Àlex Riberas sigue con un Aston Martin del equipo americano Heart of Racing y Dani Juncadella es piloto de uno de los Corvette de TF Racing. Ambos pueden luchar por podios incluso por victorias, aunque son de los profesionales con menor experiencia en el WEC; Riberas corrió parte de la pasada temporada y para Juncadella es el debut en el WEC, aunque después de correr en IMSA en algunas ocasiones ya sabe de qué va el percal.

Ambos llegan bien preparados. Han corrido las 24 H. de Daytona, han estado en las 12 Horas de Bathurst, así que llegan rodados, aunque Juncadella haya alternado el Corvette con un Mercedes.

"Correr en el Campeonato del Mundo ya es un sueño hecho realidad, pero además, hacerlo con un gran equipo como Heart of Racing, y tan grandes compañeros es algo con lo que nunca pensé en soñar. Estoy seguro de que será un campo muy competitivo con 18 coches y nueve fabricantes destacados, pero el equipo está lleno de personas muy especiales y con mucho talento. No puedo esperar para llegar a trabajar", ha dicho Àlex Riberas. El catalán lleva ya muchas temporadas con este equipo. El piloto bronce es Ian James, además director del equipo y han corrido ya muchas carreras juntos. El tercer hombre es Daniel Mancinelli, que ya les acompañó el pasado año en el WEC.

Juncadella, por su parte, estará con el Chevrolet de TF Racing y tendrá como compañeros a Sebastien Baud y el veterano Hiroshi Kouzumi.

Las reglas de que sólo pueden haber dos coches por marca y que estén nueve marcas implicadas ha hecho que el trasvase de equipos sea importante. Aston Martin es el único que confía en dos estructuras, Heart of Racing y D’Station. Porsche se ha decantado por Mathey su equipo de confianza en GT, mientras que Proton, que la había representado en anteriores ediciones ha pasado a ocuparse de los Ford Mustang. Iron Lynx y Iron Dames dejó Ferrari por Lamborghini, un salto ya iniciado el pasado año. United es nuevo en la categoría y representa a McLaren, marca que vuelve con fuerza a Resistencia; noes casualidad que Zak Brown sea copropietario de United Motorsport. BMW y Ferrari están con WRT y AF Corse, las escuderías que gestionan su presencia también en Hypercar. TF ha pasao a Corvette y Akkodis es nueva con los Lexus, marca que se incorpora al WEC.

Como ocurre en Hypercar, aquí hay BoP y además habrá una ‘penalización por resultados’ en forma de lastre, a partir de la segunda carrera. Además hay un tiempo de conducción mínimo por piloto: 1h45’ en las carreras de seis horas; 2h20’ para la de ocho horas y dos horas y 55 minutos para las de diez horas. También hay una limitación de neumáticos a utilizar, los mismos juegos por carrera que los Hypercar.

Los pronósticos resultan imposibles, pueden variar de circuito en circuito. Ferrari y McLaren parecen los más fuertes, pero los Lexus y Corvette son muy eficaces en IMSA, donde también los BMW acostumbran a brillar. Sólo Ford parece estar un poco por detrás de momento.