Sin Daniel Young no habría sido posible

Con presencia de su viuda, Inge Aerts de Young, Nissan quiso recordar la figura de Daniel, un presidente muy distinto a lo habitual. Cercano, afable, que sabía escuchar. Guante de terciopelo en puño de hierro, aunque rara vez debió haberle hecho falta utilizar el segundo. Cuando hablaba sabía de lo que hablaba. Cuando preguntaba, directo. Algunas veces lo que era orden parecía más una sugerencia. Cuando decía algo, te convencía. No había dilaciones, requiebros o inseguridades. Decía con rapidez. Y ese día del que habla Jaime Alguersuari, esos diez minutos debieron ser en abril o mayo del 80.

Estaba decidido a crear una categoría de monoplazas que llevaría a pilotos españoles a la Fórmula 1. Los ingredientes estaban claros. Pero el dinero, no. Ni corto ni perezoso, de la mano de Juan Porcar —su mano derecha y a la vez piloto oficial de Nissan en raid—- anduvo los apenas 500 metros que mediaban entre la sede de Alesport, su editorial, y la Torre Nissan. Entraron en el despacho de Daniel y le hablaron del proyecto.

Salieron con “cien millones de pesetas. Cien millones para los equipos, que no existían aquí por entonces, cien millones de premios, algo increíble”. Jaime todavía se emociona al decirlo. Lo explicaría todo en su parlamento.

Minutos antes había dicho “sin Daniel no habría existido Fernando Alonso”… y Antonio García, desde hace años vinculado a Corvette en IMSA y varias veces campeón, añadió, “toma, ¡ni yo!”.

Daniel aportó mucho más que 100 millones. La pasión que puso hizo que Nissan efectuara un esfuerzo de comunicación sin precedentes. Los Emilio Godes, Francesc Andreu, Marti Fabregat, Ramón Salsas.

"Hoy en día Fernando Alonso es, probablemente, el piloto español más popular de la historia en la Fórmula 1 y puedo asegurar que si Daniel Young no hubiera dado su 'ok' a la colaboración de Nissan con el proyecto de la Formula Nissan, Fernando Alonso no estaría hoy en la Fórmula 1, como seguramente jamás hubiesen podido estar en la élite de la competición pilotos como Marc Gené, Antonio García, Carlos Sainz o incluso mi propio hijo”, señaló Jaime.

Marc Gené, el primer campeón de la categoría y que le valió el entrar en la F1, habló emocionado y repasó la lista de pilotos que han llegado a la F1, comenzando por él mismo, que abrió la lista: siguieron Fernando Alonso, Ricardo Zonta, Frank Montagny, Heikki Kovalainen, Robert Kubica, Sebastian Vettel, Carlos Sainz Jr., Roberto Merhi, Narahin Karthikeyan… o ganadores de Le Mans, como los propios Marc y Fernando, así como Miguel Molina.

Hubo un video emotivo enviado por Carlos Sainz Senior. Recordó cuando, antes de dar el salto internacional, fue piloto oficial de Opel España y Daniel Young fue el hombre que facilito el fichaje. “Fue en el Rally de Catalunya del 84, cuando Daniel me dio la oportunidad de conducir un Open Mantra 400”, señaló Carlos.

Christian Costaganna, CEO de Nissan Motor España, destacó el importante rol que desarrolló Daniel Young en el auge de Nissan en el mercado español. “Supo posicionar la marca Nissan. Desde los cimientos creados con los todoterrenos, como el Nissan Patrol y los camiones que fabricábamos en la planta de Ávila, la convirtió en opción de compra dentro del segmento de los turismos, para los españoles. Fue también el primer ejecutivo de Nissan en España en superar la cifra de 50.000 unidades vendidas en un año y, quizá, destacaría de su legado que tuvo claro en su trabajo diario la satisfacción y el reconocimiento a todos los empleados de la marca, permitiendo desarrollar un gran orgullo de pertenencia a Nissan, que aún tenemos hoy".

No faltó al acto el Conde de Godó, editor de La Vanguardia, amigo personal de Daniel y que apoyó el Open Nissan, tanto con La Vanguardia como con Mundo Deportivo.

Está claro, el mundo del deporte automovilista español le debe mucho. Por eso Joaquín Verdegay, responsable de la Junta Gestora de la Federación Española de Automovilismo -se está en proceso electoral- entregó a la viuda y a la hija de Daniel la medalla de oro de la Federación. “Daniel Young, contribuyó decididamente a que el deporte del automóvil en nuestro país viviera una excelente época. Su pasión por la competición sirvió para que muchos jóvenes pilotos españoles llegaran a cotas deportivas insospechadas”, dijo Verdegay. 

Su viuda, Inge Aerts de Youg, agradeció profundamente el acto. “Daniel amó siempre el automóvil, y especialmente también la competición automovilística. Consideró que unir en su actividad profesional ambas pasiones fue para él un sueño, que vivía cada día en su trabajo y con una total implicación Hoy celebramos los increíbles logros de Daniel y su innegable impacto en el mundo del automovilismo y especialmente en algunos de los que hoy me acompañáis en este memorial. He querido compartir con vosotros el hombre que había detrás de esos éxitos, porque para mí, Daniel no solo fue un campeón en el terreno profesional, él fue mi campeón”.

Recuerdo una de mis últimos intercambios de mensajes con Daniel hará poco más de un año. No me lo dijo así, pero lo noté. Estaba orgulloso de lo que había hecho, de los amigos que había dejado aquí, de haber contribuido a las carreras de tantos pilotos. Aunque su nombre quedara siempre en segundo plano sabía que era quien lo ha hecho posible; no necesitaba colgarse medallas, le bastaba la satisfacción ‘del deber cumplido’. Incluso si después la categoría fue conocida como World Series Renault —tras la Alianza entre Renault y Nissan— todos sabemos que nada hubiera sido posible sin él.