Nissan gana la Manufacturers Cup de Gran Turismo con un recital en Nürburgring

La segunda de las tres competiciones de la Gran Turismo World Series ha puesto el foco en las marcas de coches, con los mejores pilotos de la escena internacional agrupados de tres en tres en representación de cada una de ellas.

El circuito de la final ha sido el Nürburgring Nordschleife en su configuración completa, con la combinación del trazado de Gran Premio y el mítico Infierno Verde. Los coches han dado cinco vueltas, con cambios de pilotos cada dos vueltas como máximo.

Las condiciones meteorológicas han sido todo un reto: la carrera ha empezado con neumáticos intermedios porque la pista estaba mojada, pero ya en el primer pit-stop –en la vuelta 2– todo el mundo ha cambiado a los slick en previsión de la evolución del asfalto. Aun así, la pista seguía estando muy delicada y se han visto múltiples salidas de pista. Para cuando los coches han comenzado la última vuelta, el sol se ha empezado a poner sobre Nürburgring y la visibilidad ha empeorado por momentos a medida que se acercaba la bandera a cuadros.

Toyota –que contaba en sus filas con el español Coque López– ha empezado desde la pole position, con Subaru segunda a tan sólo 146 milésimas de diferencia. El resto de la parrilla, encabezado por BMW, se ha descolgado a cuatro segundos del GR Supra Racing Concept y el BRZ GT300.

Toyota, Subaru y BMW han aguantado posiciones en la salida. Al llegar a la horquilla, Subaru ha intentado un adelantamiento por el liderato que no ha dado resultado. Por detrás, BMW ha perdido posiciones progresivamente hasta verse quinta, superada por Nissan y Lamborghini.

En el Infierno Verde, sin embargo, las cosas se han movido. El líder de la carrera, Rikuto Kobayashi, ha cometido un error al negociar el Carrusel. Se ha bajado del peralte en plena fase de aceleración y ha trompeado, lo que lo ha condenado a la última posición.

Con el Toyota fuera de la ecuación, el liderato ha pasado a manos del Subaru BRZ GT300, con el Nissan GT-R Nismo GT3 en segundo lugar y el McLaren 650S GT3 en tercero.

Al llegar a la gran recta de Nürburgring, el Nissan ha aprovechado el rebufo del Subaru para birlarle el primer puesto y el Lamborghini Huracán GT3 se ha abierto paso hasta el tercer puesto con un adelantamiento sobre el McLaren.

El Lamborghini no se ha quedado aquí, sino que ha ido a por el líder. Al empezar la segunda vuelta, en la frenada de la primera curva, le ha tirado el coche por el interior. Sin embargo, era tanta la inercia que llevaba que se ha pasado, ralentizando también al Nissan, que ha tenido que frenar por seguridad. El gran beneficiado ha sido el Subaru, que ha saltado de tercero a primero.

Unos metros después, sin embargo, el Lamborghini ha conseguido su propósito con el adelantamiento más bonito de la carrera. En la frenada de la horquilla, se ha emparejado con el Subaru por el exterior. Ambos coches han hecho la curva en paralelo y el deportivo italiano ha salido por delante, a pesar de que tenía la peor trazada. Los problemas del Subaru no se han acabado aquí, porque el Nissan también lo ha adelantado en Kallenhard para ponerse segundo.

Lamborghini ha liderado el resto de la vuelta, hasta que la eterna recta del Nordschleife ha vuelto a deparar un auténtico juego de rebufos. El Nissan le ha tomado la aspiración y se ha salido en el último momento para arrebatarle el liderato con una apurada de frenada, justo antes del primer cambio de pilotos.

La pista aún estaba húmeda, pero la evolución del asfalto era obvia. El resto de la carrera iba a ser en seco y por eso todos los pilotos se han lanzado al neumático slick, a pesar de que las condiciones todavía no eran las óptimas, como evidenciaba el pequeño spray de agua que levantaban los coches.

Este momento de transición se ha cobrado una víctima: el Lamborghini. El superdeportivo ha sufrido aquaplaning al llegar a la primera curva y ha caído hasta la séptima posición. No sólo eso, sino que ha frenado al resto de la parrilla y ha permitido al Nissan construir una ventaja de algo más de un segundo sobre el Genesis.

A lo largo de la tercera vuelta, el Nissan ha ampliado su colchón hasta los 6,7 segundos después de que el Genesis sufriera una penalización de tiempo y se viera obligado a aminorar en la recta del Infierno Verde. Mercedes también se ha inmiscuido entonces en la batalla con su AMG GT3, aunque a todo un mundo del líder.

Para el final de la cuarta vuelta, la ventaja de Nissan ya había crecido hasta los 8,3 segundos. Ha sido entonces cuando han tenido lugar las últimas paradas en boxes, con el coche japonés en primera posición y el Mercedes en segunda, bajo presión constante de otros bólidos.

Parecía que todo estaba decidido, pero en un momento dado la ventaja del líder se ha reducido de los ocho a los tres segundos. El motivo, un aparente desliz del Nissan en la zona del Carrusel. El argentino Mateo Estévez ha minimizado riesgos en el resto del circuito y cruzado la línea de meta con menos de dos segundos de margen sobre su perseguidor.

Al final, victoria de Nissan por 1,7 segundos por delante de Mercedes y de Genesis. Honda y BMW, ambas enfrascadas en la pelea por el podio, han sido dos de las marcas involucradas en un accidente múltiple en las últimas curvas del circuito, cuando se han juntado el hambre con las ganas de comer.

Las Gran Turismo World Series llegarán a su conclusión este domingo con la Nations Cup, el plato fuerte de la competición, en la que los mejores simracers del mundo representarán a sus países en la pugna por convertirse en los nuevos campeones del mundo. Coque López –campeón del mundo en 2022–, Pol Urra –flamante ganador de la Toyota Gazoo Racing GT Cup– y José Serrano serán los tres pilotos que correrán para España.