La Justicia tumba el proyecto que quería reformar el Autódromo de Terramar

El Autódromo de Terramar es un óvalo centenario inaugurado en 1923 y abandonado desde los años 50 que está situado al sur de la ciudad de Barcelona, en las inmediaciones de Sitges. Fue el cuarto circuito construido en el mundo, tan sólo por detrás de Brooklands en el Reino Unido, Monza en Italia e Indianápolis en Estados Unidos.

Ya han pasado décadas desde las últimas competiciones automovilísticas. Sus gestores han remodelado el interior de la tribuna principal para poder organizar eventos privados, como la reciente presentación del nuevo Cupra Terramar, pero su ambición siempre ha sido trabajar en el conjunto de la parcela para situar el recinto en el mapa.

El último proyecto de recuperación del Autódromo se remonta al año 2016, que es cuando se constituyó la sociedad francoespañola Equestrian Grand Prix. Su intención era construir un hotel de 150 plazas, varios restaurantes, un complejo ecuestre y también habilitar una parte del óvalo para albergar eventos vinculados con el mundo del motor.

En mayo de 2020, el Ayuntamiento de Sant Pere de Ribes y la Comisión de Urbanismo de la Generalitat de Catalunya dieron luz verde a este proyecto, que contemplaba que las obras empezaran a finales de ese mismo año y estuvieran listas en 2023. Huelga decir que esto no llegó a ocurrir nunca, porque rápidamente empezaron a surgir detractores que lo llevaron ante los tribunales.

La Justicia ha anulado la modificación urbanística que se aprobó ahora hace cinco años para poder tirar adelante con las obras de reforma. La negativa llega por el valor ecológico del terreno y la existencia de zonas inundables, entre otros motivos. Las entidades contrarias al proyecto esperan que éste sea el punto y final de la iniciativa y que los promotores no apelen la decisión al Tribunal Supremo.

La reforma del Autódromo de Terramar contaba con una inversión inicial de 25 millones de euros y pretendía crear unos 200 puestos de trabajo. Más allá de competiciones ecuestres, también se había propuesto atraer un gran evento de coches clásicos. Las presentaciones de nuevos modelos ya ocurren en la actualidad, aunque con esta reforma se quería dar un salto cualitativo para convertirse en una localización de referencia para las grandes marcas.