Carlos Tavares y la cúpula de Stellantis correrán las 24 Horas de Nürburgring

Los cuatro son enamorados de la competición. Tavares procura no perderse una cita de Peugeot en el WEC, donde Finot está presente por responsabilidades obvias.

Los cuatro darán un paso más el último fin de semana de este mes compartiendo coche en las 24 Horas de Nürburgring, la espectacular carrera de resistencia que tiene lugar en el Nordschleife.

Se trata de un divertimento. No buscan la victoria absoluta, una utopía dada la calidad de la participación, el gran número de especialistas profesionales que toman parte y la calidad de las máquinas en liza. Se conforman con un coche más modesto, un Opel Astra TCR.

No es la primera vez que Tavares, Imparato o Finot toman el volante –supongo que tampoco Wales– para competir. A Tavares lo hemos visto corriendo en Montmeló, con ocasión de unas 24 Horas de Barcelona. Fue en 2013, cuando estaba aún en Renault y eligió un modesto Renault Clio.

Es habitual de las 24 Horas de Nürburgring desde hace años y en 2020 ganó su categoría con un Opel Astra 2.0 Turbo OPC. Pensamos en un piloto que ha disputado 125 carreras, monoplazas incluidos.

La elección de un Opel TCR no es casual. Es uno de los coches de competición del grupo, aunque sea poco conocido por los aficionados. Y sobre todo es un mensaje claro de que la cúpula de Stellantis quiere potenciar la marca germana, de la que GM se quería deshacer. De hecho, en Nürburgring ha corrido con Opel desde los tiempos en que Peugeot se hizo con la marca.

Imparato también ha disputado las 24 Horas germanas en varias ocasiones, pero su experiencia es más limitada, lleva ocho carreras en su haber. Éste es el mismo casi que Finot.

Divertimento, sí, por supuesto. Pero siempre teniendo en cuenta que todo lo que hacen tiene repercusión a nivel de grupo.

No serán los primeros CEO de una marca en tomar parte en esta prueba. Akio Toyoda lo ha hecho ya, a los mandos de un coche del grupo obviamente. Y también Ulrich Bez, cuando era CEO de Aston Martin. Bez y Toyoda coincidieron en pista y ambos decidieron, por una vuelta, intercambiar sus coches –al margen de la carrera, obviamente–.