Ana Barbero nos ha dejado, pero su huella permanece

Ni siquiera el Ela que se le manifestó en los últimos años hizo mella en su afición. Este mismo año, ya en silla de ruedas, no dudo en acercarse al Rally Sierra Morena en su Córdoba natal, aunque residía en Madrid desde hacía unos años.

Ana fue piloto popular, conocida, querida, en la década de los 80 y aún principio de los 90. Su afición le llevó a tomar parte en algunas subidas y rallies de Andalucía, debutando a los 23 años en el Rally Sierra Morena de 1985 junta a Virgina Días con un Seat.

Así conoció a Guillermo Barreras, piloto gallego protagonista de los campeonatos de España de rallies, con quien se caso y tuvo una hija, Anita.

De la mano de Guillermo pudo pilotar un Citroën AX 4x4 y proclamarse campeonato de España femenina de rallies de tierra y campeona absoluta de Galicia de esta misma categoría. Más adelante corrió con Coa Fiat Cincuecento y llego a participar con uno de estos pequeños coches en el Rally de Montecarlo, cuando el ‘Monte’ era una gran aventura todavía. 

Tras retirarse de las carreras, no por ello dejó el mundo del automóvil, siendo muchos años instructora de la escuela de conducción del RACE. 

Volvió a la actividad en otra , retomando así la lucha que llevó en su juventud por la integración de la mujer en el deporte de las cuatro ruedas. Lo hizo como miembro de la Comisión Mujer y Motor de la RFEDA y transmitir su afición a la su hija, Ana Barreras, que ha desarrollado una buena actividad en las Copas Saxo y Kobe de circuitos. También tomó parte en el Rally Panda en Marruecos en fecha reciente, en 2019.

Este sábado, su vida llegó a la meta dejándonos la herencia de su afición, su simpatía… esa pasión que transmitía.