PRUEBA

Tesla Model S: probamos la versión Plaid y su 0 a 100 en 2,1 segundos... con truco

01/09/2023 17:45

El Tesla Model S es la berlina más longeva de la marca americana. Actualmente se venden dos versiones diferentes, la denominada Gran Autonomía y la llamada Plaid. Su precio de salida en nuestro mercado es de 107.490 euros.

El Tesla Model S lleva a la venta en nuestro mercado desde el año 2013. No fue hasta 2016 cuando recibió su primera gran actualización. En 2021 estrenó otra serie de modificaciones que, en todo caso, no cambiaron la esencia estética del vehículo.

Hoy en día tan sólo se venden dos versiones del coche. Iba a haber una tercera denominada Plaid+, pero Elon Musk anunció la cancelación del proyecto al considerar que con la llamada Plaid ya se cubrían las expectativas deportivas de la marca.

Entre los rivales del Model S están vehículos como el Porsche Taycan, el Audi e-tron GT o el Lucid Air.

Exterior

El Tesla Model S mide 5,02 metros de largo, 1,98 metros de ancho y 1,43 metros de alto. Su batalla es de 2,96 metros.

Los últimos cambios estrenados por la berlina americana son esencialmente unos nuevos paragolpes y nuevos diseños en las llantas. Estas últimas son de 19 pulgadas de serie, aunque como opción se puede optar por unas de 21.

Los faros son de led.

Los tiradores de las puertas permanecen enrasados hasta que el vehículo detecta nuestra presencia, momento en el que se despliegan.

Las diferencias entre la versiones Gran Autonomía y Plaid desde el punto de vista estético no son muy notorias. La que más se ve es un pequeño alerón trasero situado sobre la tapa del maletero que está hecho en fibra de carbono.

El Cx del coche es de 0,21.

Algunas de las molduras de la unidad de pruebas del Model S que hemos tenido en SoyMotor.com –versión Plaid– no estaban perfectamente alineadas, algo más habitual de lo deseable en los coches de la marca americana, que deben mejorar en lo que a terminaciones se refiere.

El Tesla Model S tiene capacidad para cinco pasajeros. El espacio que ofrece es bastante amplio tanto en la parte delantera como en la trasera salvo en la plaza central de esta última, que puede considerarse aceptable tal y como sucede también en sus rivales.

Hay tres pantallas en el interior. La primera hace las veces de cuadro de mandos y tiene un tamaño de 12,3 pulgadas. La segunda es la que se sitúa en el centro del salpicadero con 17 pulgadas, mientras que la tercera, de 8 pulgadas, aparece junto a las salidas de aire centrales traseras para que sean los ocupantes de esta zona los que la manejen. Todas ellas gozan de una excelente resolución y son prácticamente inmunes a los reflejos.

La pantalla más grande de todas es el centro neurálgico del coche. Tanto es así que desde ella han de realizarse hasta las maniobras más clásicas, tales como colocar la posición del volante a nuestro gusto o plegar los espejos retrovisores si es necesario. De hecho, hasta el sentido de la marcha se ha de seleccionar desde la pantalla, aunque para esto hay también unos mandos físicos que se ubican en la base de la consola central. Llegar a ellos no es especialmente cómodo, con lo que es preferible maniobrar desde la pantalla.

Entre la pantalla central y estos botones físicos de marcha están dos de los cuatro cargadores inalámbricos que se incluyen. Su inclinación hace que el teléfono móvil no se mueva en exceso durante la marcha.

El sistema multimedia es de fácil aprendizaje y muy intuitivo. De lo mejor de la industria. Además ofrece todo tipo de posibilidades. Desde todo lo que tiene que ver con el coche como una parte de entretenimiento prácticamente infinita. En la pantalla incluso se puede jugar a videojuegos cuando el coche está parado, ver Twitch o YouTube o, incluso, acceder a una zona en la que el humor manda hasta el punto de simular flatulencias provenientes del asiento del copiloto.

La tapicería está hecha de una especie de cuero sintético cuya calidad no es especialmente elevada. Se puede elegir su color, mientras que las molduras del interior son de madera o fibra de carbono en función de si se trata de la versión Gran Autonomía o de la Plaid.

La posición de conducción es la típica de una berlina, y desde luego más elevada que, por ejemplo, en el Porsche Taycan. A pesar de su potencia y su teórico carácter deportivo, en la versión Plaid no hay cambio en este sentido.

La unidad de pruebas que hemos tenido contaba con el volante yoke, ese que prescinde del aro tanto en la parte superior como en la inferior para obligar a una posición de las manos a las tres menos cuarto que en ningún momento llega a ser natural –hay que cogerlo siempre un poco más abajo de lo normal–. No obstante, ése es el menor de los problemas que plantea. Al ser la dirección completamente convencional –no varía su desmultiplicación– cualquier maniobra que requiera girar más de un cuarto el volante es un auténtico engorro. No son pocas las ocasiones en las que uno no sabe exactamente dónde tiene que agarrarlo. El problema es que eso, ante una situación de emergencia, puede ser la diferencia entre tener o no un accidente.

Otra cosa que no nos ha gustado es que los intermitentes se ubican en el interior del volante y no en un mando separado en la columna de la dirección. A veces cuesta encontrar exactamente dónde están. Además están situados uno encima del otro y no cada uno a un lado, una solución poco intuitiva.

El volante yoke es opcional y cuesta 250 euros.

Por suerte todo lo comentado del volante tiene fácil solución porque en el proceso de compra del Model S se puede elegir uno tradicional.

El maletero trasero es muy amplio con una capacidad de 709 litros, cifra que puede ascender hasta 1.828 si abates los asientos traseros. En la parte delantera hay un segundo maletero con 89 litros más.

El Tesla Model S Gran Autonomía tiene dos motores, uno en cada eje, con 343 caballos cada uno. En total la potencia es de 670 caballos.

La batería es de 100 kilovatios hora, que se quedan en 95 netos, suficiente para anunciar una autonomía de 634 kilómetros. El consumo medio es de 17,5 kilovatios hora a los 100 kilómetros.

Esta versión acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 3,2 segundos y alcanza una velocidad punta de 250 kilómetros/hora.

El Tesla Model S Plaid tiene tres motores, uno de ellos delante con 427 caballos y dos detrás con 420 caballos cada uno. La potencia total declarada es de 1.020 caballos.

La batería es idéntica a la de la versión Gran Autonomía, sólo que en esta ocasión la autonomía máxima homologada es de 600 kilómetros.

La aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora se consigue en 2,1 segundos y la velocidad punta es de 322 kilómetros/hora. El consumo medio homologado es de 18,7 kilovatios hora a los 100 kilómetros. La cifra de aceleración se ha conseguido al utilizar un método de medida en el que el coche ya está ligeramente en marcha al empezar a contar el cronómetro. Con la forma tradicional de medir hay que sumar alguna décima de segundo.

La recarga se puede hacer a un máximo de 17 kilovatios de potencia por corriente alterna y hasta 250 kilovatios por corriente continua. Los tiempos necesarios para la recarga varían bastante en función de las condiciones. No obstante, nuestra experiencia con los Supercargadores de última generación de Tesla nos permite afirmar que, si no hay problemas, en unos 20 minutos se pueden recuperar fácilmente unos 300 kilómetros de autonomía.

El Tesla Model S Plaid permite la incorporación opcional de unos discos de freno carbocerámicos de 410 milímetros en ambos ejes, algo que intuímos necesario debido a lo pronto que aparece la fatiga en el sistema convencional cuando se conduce a cierto ritmo incluso a pesar de utilizar unas pastillas específicas.

El equipamiento de serie del Tesla Model S es muy completo independientemente de la versión elegida. Incluye llantas de 19 pulgadas, navegador, climatizador trizona, calefacción en los cinco asientos, techo de cristal, carga inalámbrica para cuatro móviles, faros de led, cámara de visión trasera, control de crucero activo con sistema de mantenimiento de carril y un sistema de audio con 22 altavoces.

Opcionalmente se puede equipar el Autopilot mejorado por 3.800 euros, montante que permite el cambio automático de carril mediante la indicación con el intermitente por parte del conductor y disfrutar de una función que indica al conductor de forma automática cuándo tomar una salida o cambiar de carril según la ruta marcada en el navegador.

La función Full Self Driving, que a pesar de lo que su nombre indica no es un sistema autónomo total, cuesta 7.500 euros y permite que el coche reconozca semáforos o señales de stop ante las que reducir la velocidad. En el futuro recibirá mejoras que le permitirán acercarse más a la conducción autónoma real siempre y cuando la legislación del país en cuestión lo permita.

El precio del Tesla Model S Gran Autonomía empieza en 107.490 euros, mientras que la versión Plaid parte desde 132.490 euros.