INDYCAR

Una carrera caótica da más emoción a la IndyCar y Palou sigue aspirando a su segunda corona

08/08/2022 12:42

Alex Palou hizo algo más que salvar los muebles en Nashville, una carrera que fue una auténtica lotería, un festival de banderas amarillas, aderezado por una roja a tres vueltas del final del que salió ganador Scott Dixon por delante de Scott McLauglin y el español. 

Palou se ha metido de lleno en la pelea por el Campeonato, algo que no parecía demasiado evidente. Llegó a Nashville a 52 puntos del líder, Will Power , y salió de la Ciudad de la Música a 33 puntos. En otras palabras, recuperó 19 puntos, más de un tercio de su hándicap y a tres pruebas del final, todo sueño le está permitido.

De todos sus rivales cara al título, sólo Scott Dixon quedó por delante de él. El veterano piloto de Ganassi es quien hizo la mejor operación del día, obviamente, para colocarse a sólo seis puntos de Power.

El australiano ha podido salvar el liderato acabando decimoprimero, en una carrera que ganó el pasado año, pero que se le puso cuesta arriba desde la clasificación.

Peor le fue a Marcus Ericsson, el piloto de Ganassi que llegó segundo a  Nashville, vio como su mecánica le abandonaba justo cuando salió la bandera roja por el incidente entre Grosjean y Newgarden. Con todo, Ericsson tuvo fortuna. Los abandonos habían sido tan numerosos antes que quedó decimocuarto y cedió pocos puntos frente a Power. Cabe recordar que todos los que toman la salida quedan clasificados y toman puntos.

También tuvo fortuna Newgarden en su incidente con Grosjean. El francés intentó un exterior, pero fue contra el muro y Newgarden no llegó a tocarle. Y encima, en la vuelta final, superó a Rosenqvist y se aprovechó de los problemas de Lungaard, que en dos vueltas pasó de tercero, delante de Palou, a octavo.

Si hubo un ‘perderor’ ayer fue Pato O’Ward. El de McLaren fue uno de los primeros abandonos, tras un contacto con Kellet cuando apenas se llevaban 15 vueltas y pierde buena parte de sus aspiraciones. 

Will Power, el líder, sólo pudo ser decimoprimero, mientras que Marcus Ericson, segundo clasificado del Campeonato al llegar a Nashville, se vio apeado a tres vueltas del final por un problema mecánico justo cuando Romain Grosjean tuvo un contacto con la valla y provocó una bandera roja, en toque con Josef Newgarden. Este tuvo mucha fortuna de poder proseguir. Y en la reanudación, en el último giro ganó dos posiciones a costa de Lungaard, con evidentes problemas, y Felix Ronsenqvist.

Por si fuera poco, Pato O’Ward quedó fuera de carrera en los compases iniciales, viendo como sus opciones al título quedan muy comprometidas. El problema no es recuperar 59 puntos a Power sino que debe recuperar muchos puntos a Dixon, Ericsson, Newgarden y Palou. Nada fácil.

Tan caótica fue la carrera que Dixon ganó pese a parar seis veces, el triple que Scott McLaughlin y Palou, que solo pararon dos veces. Herta, pese a un contacto inicial con el muro que le obligó a llegar penosamente a boxes y cambiarlo, siendo doblado, pudo acabar quinto. 

A cada relanzamiento correspondió casi de inmediato una neutralización. En uno de estos periodos pilló a contrapié a Palou, que perdió el liderato, aunque se mantuvo en el pelotón de cabeza.

Carrera emocionante, sí. Espectacular en algunos momentos. Con más adelantamientos de los previsibles. Pero neutralizada en más de la mitad de sus vueltas y con todo para jugarse al sprint en las dos vueltas finales, tras la resalida por la bandera roja. Para un aficionado viejo europeo, difícil de asimilar… pero esto es América, otro mundo.

No es lo que muchos entienden por una carrera, pero de cara al Campeonato este se queda ‘chachipiruli’. A tres pruebas del final, todo está por decidir y con media docena de aspirante por lo menos. El pelotón se ha compactado y el pronóstico final es imprevisible. Nos vemos en St. Louis en dos semanas… y ya veremos si el pelotón se amplia y/o compacta más, o bien hay algunos que se escapan. Emoción a tope.