SubTropolis: el escondite secreto de Ford que parece sacado de una película pero es tan real como la vida misma

Las mil y una noches es una recopilación medieval de cuentos tradicionales de Oriente Próximo recopilados en lengua árabe durante la Edad de Oro del islam; y quizá una de las historias más populares sea la de 'Alí Babá y los 40 ladrones'. En ella se cuenta la historia de un leñador persa muy pobre que, por azar, descubre el escondite del tesoro de una banda de ladrones oculto en una montaña. Para acceder a ella, era necesario utilizar las palabras mágicas '¡Ábrete, Sésamo!'. Pues bien, esa cueva existe realmente, aunque no de la forma que crees. Se llama SubTropolis y es el escondite de Ford y de muchos otros para almacenar todo tipo de cosas.

UN POCO DE HISTORIA

Corría el año 1964 cuando el empresario local Lamar Hunt, a través de su inmobiliaria Hunt Midwest, adquirió una antigua mina de piedra caliza con una idea descabellada; construir una ciudad subterránea utilizando la estructura de la instalación como base y ampliándola según necesidades.

Ubicada en Bethany Falls, este entramado empresarial está a 45 metros bajo la superficie y para ubicarlo en el mapa es necesario irnos hasta Kansas City, a orillas del río Missouri –Estados Unidos–.

Posteriormente en la zona se crearían dos parques temáticos –Worlds of Fun y Oceans of Fun–, que abrieron en 1973 y 1982 respectivamente; y que se construyeron cerca de estas instalaciones.

LA LLEGADA DE FORD MOTOR COMPANY

Seguramente te estés preguntando qué tiene todo esto que ver con la firma de coches estadounidense y cómo SubTropolis es la cueva y escondite de Ford. La respuesta a esta cuestión se remonta a los años '70. A principios de esta década, la firma del óvalo se encontró ante un desafío inesperado. El Ford Maverick, un automóvil compacto diseñado para ser asequible, eficiente y elegante, no salía de los concesionarios con el ritmo que estaba previsto. El resultado fue un excedente de unidades sin vender que requerían de una solución de almacenamiento. Ésta fue guardarlos en las cuevas de SubTropolis, concretamente arrendando una superficie de 25 acres, equivalente a 101.171 metros cuadrados.

La decisión de utilizar esta ubicación respondía a unas condiciones climatológicas muy estables que permitían proteger a los coches de las inclemencias del tiempo.

Si bien los Mavericks finalmente encontraron nuevos hogares y los ecos de su presencia se desvanecieron, el legado de la solución de almacenamiento para Ford ha perdurado hasta nuestros días en una zona llamada 'Automotive Alley'. Ésta es el resultado de la sinergia entre el Hunt Midwest Business Center –HMBC– y SubTropolis, con una inversión de más de 50 millones de dólares. Además de un lugar de almacenaje de vehículos nuevos –se encuentra a sólo unos minutos de la planta de Ford Claycomo– diversas empresas de personalización, instalación y preparación están allí instaladas y dedicadas a trabajar sobre las Ford F-150 y Ford Transit que de allí salen cada día.

SUBTROPOLIS EN CIFRAS

SubTropolis es el complejo empresarial subterráneo más grande del mundo, y está creado a 45 metros bajo tierra. Ocupa una extensión de 4,5 kilómetros cuadrados, excavados en la mina de piedra caliza de Bethany Falls. Cada año añade unos 13.000 metros para ampliar el entramado. Tiene una red de túneles de 4,9 metros de alto y 12 metros de ancho separados por pilares de piedra caliza de 7,6 metros cuadrados. El complejo contiene casi 16,9 kilómetros de vías pavimentadas e iluminadas así como una línea de ferrocarril propia. La naturaleza de la mina hace que la temperatura sea estable durante todo el año entre 18 y 21 grados, y lo mismo para la humedad. Además, dada su ubicación, resulta un punto estratégico de logística ya que se encuentra, en un 90%, a dos días de distancia por carretera de cualquier parte de Estados Unidos.

Además de Ford, muchas otras empresas utilizan estas instalaciones. Entre ellas están el Servicio Postal, la Agencia de Protección Ambiental o la Administración Nacional de Archivos y Registros, que guarda, entre otros, los originales de películas como 'El mago de Oz' y 'Lo que el viento se llevó'.

Si viajas hasta Kansas City y quieres darte un paseo por allí, estás de suerte, ya que está abierta al público, al menos, parcialmente; incluso existen visitas guiadas a ciertas zonas de las instalaciones.