Sale a subasta el Mercedes 500E de Mr. Bean

El modelo data del año 1991, cuando Atkinson lo adquirió nuevo. Pese a estar en el Reino Unido, tiene el volante a la izquierda, lo que lo convierte en una rareza, ya que sólo hay 29 unidades con esta configuración. Se trata de un elegante sedán que esconde en su interior un motor gasolina V8 de 5.0 litros que le permite pasar de 0 a 100 kilómetros/hora en tan sólo 5’5 segundos gracias a sus 326 caballos.

Tras poseer el coche durante casi cuatro años, el actor lo puso a la venta. El nuevo propietario lo tuvo en su poder durante 23 años, hasta que lo puso a la venta de nuevo. Para su sorpresa, el propio Atkinson fue el adquirente del que había sido su Mercedes-Benz en julio de 2017. El motivo esgrimido es que se trataba de un coche que había disfrutado mucho, pero ahora vuelve a ponerlo a la venta.

El modelo se ha podido ver de forma regular en varias publicaciones, dado que se trata de un modelo muy particular. Y no sólo por su propietario, sino por el coche en sí, ya que hablamos de un modelo montado por Porsche, que ensanchó los pasos de rueda para lidiar con la potencia y ofrecer un dinamismo deportivo en lo que visualmente era un sedán.  Se produjeron 10.479 unidades, todas en la planta de Zuffenhausen.

Según el gerente de la firma subastadora, Gary Dunne, "estamos encantados de ofrecer un automóvil directamente de las manos de Rowan Atkinson. Tiene una historia tan inusual que lo ha tenido dos veces. A menudo tenemos historias inusuales y esta es una de ellas, especialmente por el hecho de que una celebridad recompres su coche después de un período tan largo. En general, nos va bien con los coches famosos y este coche va a generar mucho interés, no solo por quién lo posee, sino también por la rareza del coche".

El coche se vende con todo el historial y revisiones al día, y en un buen estado, pese a que cuenta con casi 311.000 kilómetros en su odómetro. Se puede pujar sin necesidad de reserva, pero no se ha establecido un precio de salida al tratarse de un modelo tan particular. Además, si lo compras, puede que en unos años Rowan Atkinson quiera volver a adquirirlo.