Porsche patenta un techo de altura variable para coches autónomos
Porsche ya imagina cómo serán los coches autónomos del mañana. La marca de Stuttgart ha registrado en la Oficina de Patentes un techo de altura variable que permitirá incrementar el espacio del habitáculo cuando el vehículo se desplace sin intervención del conductor, para mayor confort de los pasajeros.
La movilidad autónoma es la segunda transición a la que se enfrenta la industria del automóvil en este siglo XXI, después de una electrificación que en la actualidad ya copa buena parte del presupuesto de desarrollo de todos los grandes fabricantes. Y este punto y aparte abre un nuevo mundo de posibilidades.
En el caso de Porsche, la firma de Stuttgart ya había patentado un nuevo asiento y volante retráctiles que permitían hacerse una primera idea de cómo imaginan los coches autónomos. Y el nuevo diseño de techo elevable insiste en la idea de un habitáculo creado por y para la comodidad de los pasajeros. La patente ha aparecido en el Taycan EV Forum.
El informe lo describe como “un dispositivo creado para mejorar el confort en modo de conducción autónoma”. De este modo, cuando el piloto quisiera que ordenador de abordo tomara el control del vehículo, el techo ganaría unos centímetros para que la experiencia de los pasajeros fuera más agradable.
El techo de altura variable en sus dos posiciones
Es fácil imaginar que este sistema podría actuar de forma simultánea al volante retráctil. La propuesta de asiento no detalla si será giratorio, pero en la actualidad ya existen múltiples diseños en el mercado que permiten reorientar los asientos delanteros para enfocarlos hacia los traseros y así generar un espacio habitable.
Que se hayan presentado estos bocetos no es ninguna garantía de que algún día los veamos en un coche de producción, porque Porsche aún no se ha pronunciado públicamente sobre la movilidad autónoma. Sea como sea, sí evidencian que los ingenieros de Stuttgart ya trabajan en esta dirección.
También se rumorea de que Porsche quiere trasladar la conducción autónoma a los circuitos con un modo de conducción bautizado como Mark Webber Mode, que servirá de entrenador virtual. El coche mostrará a los conductores dónde tienen que frenar y cómo tienen que trazar, a fin de mejorar su técnica.
La discreción de Porsche contrasta con la de Tesla, que publicita a bombo y platillo todos y cada uno de los avances que hace en esta materia. Sus coches incluyen servicios de streaming como Netflix, pensados para ser consumidos con el coche en modo robot. Sus clientes pueden adquirir de antemano la tecnología Full-Self Driving, que se actualiza regularmente y que culminará en la conducción autónoma plena cuando disponga de la aprobación de todas las autoridades.
