Pierce Brosnan o cómo chantajear a Aston Martin para conseguir un Vanquish

Brosnan se encaprichó del Vanquish en la preparación del film y habló con su representante para que le consiguiera una unidad, pues entendía que bien la merecía por la labor de promoción que implicaba su participación en la película.

El actor tendría que hacer apariciones públicas y dejarse fotografiar con el coche, y no estaba dispuesto a 'regalar' su imagen. Amenazó con incumplir los compromisos que implicaran a Aston Martin y eso se transformó en un pulso con el fabricante, que al final cedió y accedió a entregarle uno.

Brosnan protagonizó cuatro películas de James Bond. Die Another Day fue la última, pero en las tres anteriores siempre había conducido vehículos de BMW. La de 2002 supuso el retorno de Aston Martin, que sigue en primera línea a día de hoy.

"El Vanquish estaba en la última película que hice", ha explicado ahora en una entrevista para la revista Esquire.

"Hasta entonces siempre había conducido coches de BMW, pero en la última entrega estaba Aston Martin. Hablé con mi agente y le dije que me encantaría tener uno de esos y él me dijo que no me preocupase, que lo solucionaríamos".

"Y justo antes de promocionar la película, se echaron atrás y dijeron que no. Yo dije 'voy a trabajar a fondo los próximos seis o doce meses por la película y es un coche. Y mañana es la rueda de prensa… ¿y ahora dicen que no? Eso no está bien. No me acercará ese coche'".

Y esa amenaza fue lo que hizo capitular a Aston Martin. La posibilidad de que el actor que encarnaba a James Bond renegara de la marca provocó que cambiaran de opinión y accedieran a fabricarle una unidad personalizada.

"Mi agente llamó esa misma noche y me dijo que no me preocupara, que todo estaba bien y que había conseguido el coche. Yo le respondí que lo quería por escrito y Aston Martin escribió una carta diciendo que me fabricarían un Vanquish".

"Una de las buenas cosas de hacer la película era visitar la fábrica de Aston Martin y ver cómo estaban ensamblando mi coche. Conocí a las personas que lo estaban diseñando y montando. Y luego me pasé un día entero en un circuito conduciendo esa máquina".

"Luego terminamos la película. Al cabo de unos tres meses, me entregaron el coche a casa. Era precioso. Era plateado, parecía un diamante. Me lo diseñaron expresamente en ese color. No había nada igual en la carretera".

Pero ahora ese coche ha pasado a mejor vida. El motivo, un incendio en su mansión de Malibú en febrero de 2015. "Por desgracia se consumió en un incendio, pero ésa es otra historia. Todo lo que queda de él son dos placas y unos tornillos. ¡Así es la vida!"