Los compradores del Aston Martin Valkyrie reservan un motor extra
Uno de cada cuatro compradores del Aston Martin Valkyrie se ha puesto en contacto con la firma británica para reservar un segundo motor a modo de recambio. Algunos incluso han pedido un tercer propulsor para usarlo a modo de decoración en sus casas.
Éstas son algunas de las revelaciones que ha hecho Nico Rosberg, que recientemente ha visitado el concesionario de Aston Martin en Saint-Gall, Suiza. El expiloto ha vivido en primera persona la experiencia de personalizar un Valkyrie, el coche más radical de la marca, a pesar de que él no ha completado ninguna reserva.
El Valkyrie no es moco de pavo. Tan sólo se fabricarán 150 unidades, todas ellas vendidas de antemano por 2,9 millones de euros cada una. A cambio, sus propietarios recibirán un coche con 1.176 caballos de potencia y una aerodinámica ideada por Adrian Newey para obtener el rendimiento de un Fórmula 1 con un coche legal para la calle.
Rosberg explica que el tiempo por vuelta del Valkyrie será el 95% del de un Fórmula 1, aunque ese porcentaje crecerá hasta el 97% con el paquete opcional Track Performance. La cosa cambia con el Aston Martin Valkyrie AMR Pro, la versión de circuito, que complementada con neumáticos slick llegará al 105% para ser incluso más rápida que un monoplaza de la categoría reina.
El campeón de 2015 también explica que el 25% de las reservas incluyen un suplemento de 150.000 libras —176.000 euros— para conseguir un segundo motor, que en última instancia servirá de repuesto para el original o para revender el coche el día de mañana con cero kilómetros en el odómetro, algo que seguro incrementará su valor.
Vale la pena recordar que Cosworth recomienda que el motor del Valkyrie se someta a una revisión completa cada 100.000 kilómetros, a fin de procurar que no sufra percances. Después de esta distancia, el propulsor será desmontado y reconstruido por el fabricante sustituyendo todos los elementos que puedan mostrar más desgaste.
El rival del Valkyrie es el Mercedes-AMG One, un hypercar que también toma la Fórmula 1 como referencia. La diferencia reside en que el Aston Martin se fija en ella por la aerodinámica y la propuesta de Mercedes lo hace por el motor, que se corresponde con el que su equipo usó durante la temporada 2016. Rosberg evita pronunciarse en su vídeo sobre cuál es mejor.
