Las mujeres de Arabia Saudí ya pueden conducir

La decisión se anunció de forma simultánea en la televisión saudita, así como en un evento para prensa en Washington el año pasado, pero fue en mayo cuando se puso una fecha concreta: el 24 de junio. El objetivo de este tipo de comunicación era claro: crear una imagen positiva del país ante los estados democráticos, y mejorar la percepción de una nación que, no nos engañemos, reprime severamente los derechos de la mujer.

El director del Departamento General de Tráfico de Arabia Saudita, el general Mohammed Bassami, anunció la noticia unos ocho meses después de que el plan fuera echo público por primera vez. Así, el gobierno estableció que cualquier mujer de 18 años o más podía solicitar una licencia de conducir. De hecho, ya se han abierto una serie de autoescuelas para mujeres en cinco ciudades de Arabia Saudita. Aquellos que enseñan a una generación de mujeres a conducir en el reino incluirán mujeres saudíes con permisos de conducir internacionales, informa Gulf News.

El hombre detrás del levantamiento de la prohibición es el Príncipe Heredero Mohammed Bin Salman, de 32 años, y es sólo parte de su impulso abrir el reino conservador al mundo, pese a que la lucha no será fácil. No olvidemos que un clérigo del país pidió hace muchos años que las mujeres jamás condujesen porque eso dañaba severamente sus ovarios debido a la posición de conducción. Por suerte, los tiempos cambian y la apertura de Arabia Saudí hoy ha dado un paso más.

En un país lleno de coches de lujo y superdeportivos, las mujeres no podían ni siquiera llevar un coche ciclomotor. Ahora podrán. La demora se ha debido a que el país carecía de las infraestructuras administrativas y medios para instruir a las mujeres y emitir sus licencias. Pero detrás de esa educada excusa, que es cierta, se esconde la realidad de que hombres y mujeres no interactúan en la vida social del país, por lo que es difícil imaginar a un instructor de autoescuela impartiendo clases a una mujer. Por ello se han reclutado instructoras femeninas que tenían la licencia obtenida en países extranjeros.

La propuesta nació del príncipe Alwaleed bin Talal y del príncipe heredero Mohammed bin Salman, a los cuales se han sumado otras personalidades del país, así como organizaciones que tibiamente pedían más igualdad. Junto a ello, también hay temas económicos en juego, porque el gobierno saudita ha pedido a los ciudadanos, incluídas las mujeres, para que obtengan mejores empleos. No poder conducir es un gran obstáculo para eso, en el plan de mejorar la economía y hacer al país menos dependiente del petróleo.

Arabia Saudita fue el último país del mundo en prohibir a las mujeres conducir, y ha pasado mucho tiempo desde entonces. Ahora es de los primeros en levantar esta absurda prohibición. Quizás si supieran que, de no ser por una mujer, quizás el coche no se habría desarrollado tan rápido, sus ideas hubieran sido distintas. Sólo podemos alegrarnos de esta decisión: mujeres sauditas, bienvenidas de nuevo al volante.

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