Los Mini que no fueron ni serán
Todos conocemos el legendario Mini creado por Sir Alec Issigonis, un coche que revolucionó la fisonomía del automóvil con su motor transversal, su pequeño tamaño exterior y su habitabilidad más que decente. Lo hemos visto también ganar en el rally de Monte Carlo y Finlandia con su aspecto simpatico y jovial. ¿Pero cómo sería el aspecto del Mini si hubiera sido obra de otras marcas? La aseguradora australiana Budget Direct tiene su propia idea.
Challenger MINI
Probablemente haya solo unos pocos modelos de automóviles –si los hay– que sean más británicos que el icónico MINI. Lo mismo vale para Dodge Challenger en los Estados Unidos: es una personificación de los autos estadounidenses. Y en su versión Mini aún conserva gran parte de las proporciones que lo han hecho famoso.
Bugatti MINI
Bugatti ha asombrado al mundo de los automóviles al producir modelos como el Veyron y el Chiron. Esos autos establecieron un nuevo punto de referencia para otros superdeportivos, ya que llegaron al límite de la velocidad. No sería el caso si fuera una versión Mini, pero al menos el aspecto sería atractivo.
Porsche MINI
Porsche es conocido por su 911 que se introdujo por primera vez en 1963. El estilo se ha mantenido reconocible a través de las décadas, pero ¿Porsche podría haber creado su propio automóvil deportivo MINI? Quizás mejor nos conformamos con el Boxster y el Cayman.
Bentley MINI
Bentley es lujo y deportividad. Y carácter británico. Quizás una marca que sí podría haberse planteado un Mini, que obviamente conservaría todas las señas de identidad de un Bentley, pero comprimidas. Al menos el color nos encaja perfectamente en el modelo.
McLaren MINI
McLaren fue primero una marca dedicada a los coches de carreras, y desde hace unos años, a los superdeportivos de calle. Quizás les falte un modelo más urbano para poder ampliar su gran base de aficionados, así que este Mini deportivo sería la oportunidad perfecta para ello.
Ariel MINI
Ariel fabrica coches para la pista, que también pueden circular en tráfico abierto. De por sí son pequeños y ligeros, pero si se hiciesen más pequeños y ligeros, y fueran una versión Mini, la diversión seguramente seguiría intacta, pero alcanzaría la categoría de coche llavero.
Esta es sólo una visión con sentido del humor de lo que podría haber sido, pero no es. Ahora que cabe la posibilidad de que el pequeño utilitario británico pierda su naturaleza de tres puertas, seguramente es mejor que un Mini siga siendo lo que siempre ha sido, un pequeño gran coche.
