Fórmula 2

Mick Schumacher, el gran nombre a batir en la Fórmula 2

27/03/2019 17:14

Nyck de Vries es para muchos el hombre que debe ganar este año el campeonato de la Fórmula 2, que comienza este fin de semana en Baréin. De Vries fue cuarto el año pasado y los tres pilotos que le precedieron están ahora en la Fórmula 1.

Pero, en realidad, todo el mundo está pendiente de otro protagonista: Mick Schumacher, el 'heredero'. Y, aunque sea sólo por su apellido, es el hombre a batir por el resto de pilotos de la Fórmula 1.

No es para menos. El hijo del Káiser afronta un doble debut este fin de semana: debut en la Fórmula 2, que es su objetivo deportivo esta temporada, y luego estreno en la Fórmula 1 con dos días de pruebas con Alfa Romeo y Ferrari. Ver de nuevo un coche del cavallino rampante con el apellido 'Schumacher' inscrito en su flanco despertará nostalgias, emociones y la tristeza del cruel destino que la vida le ha reservado a su padre y contra el cual lucha toda la familia.

Mick es el actual campeón de la Fórmula 3 europea, campeonato que este año ha desaparecido porque la FIA ha aprovechado esa nomenclatura para rebautizar como 'Fórmula 3' las antiguas GP3 Series, con los alicientes necesarios para que sobresaliera sobre las otras categorías equivalentes. Mick cimentó el título de la Fórmula 3 europea en una segunda mitad de temporada brutal. Ahora llega a Baréin con el aval de haber sido el más rápido en los test de Jerez y protagonista en los de Barcelona.

Pero él no quiere verse como un 'aspirante al título ni como el hombre a batir'. Es su primer año en una categoría que es "distinta a las otras; cada coche necesita que adaptes tu pilotaje".

 

Muchos esperaban que el joven Mick saltara directamente a la Fórmula 1. Interés no ha faltado, pero su entorno ha elegido la vía del aprendizaje, del camino pausado pero seguro. "Tengo que ir paso a paso y ahora toca la Fórmula 2. Quiero convertirme en un piloto completo", ha dicho al respecto.

Y Mick está muy centrado en sus carreras que la Fórmula 2 celebra en Baréin, porque sabe que todos los pilotos quieren batirle. Se ha preparado al máximo, aunque lamenta que "sólo haya habido seis días de test, porque probábamos mucho más en la Fórmula 3 y la Fórmula 4".

Serio y profesional, Mick tiene muchas cosas que recuerdan a su padre. Trabajador infatigable, tenaz, interesado por la técnica, pendiente de todos los detalles. Mantiene siempre una relación excelente con aquellos que están en su equipo. Se plantea las cosas paso a paso y parece estar inducido por la filosofía paterna, aunque no lo admite: no piensa en los títulos, porque estos llegan por la suma de los éxitos en cada carrera.

Quizás por ello "fuera de los circuitos pienso en los circuitos y dentro de ellos en la carrera" y se plantea la temporada como un proceso de aprendizaje, uno en el que las primeras carreras deben servirle para saber dónde está y marcar el rumbo de su crecimiento.

Nyck de Vries

 

Mick sabe que sus rivales van a por él, pero no se siente especialmente presionado. Desde que comenzó ha tenido que 'soporta' la comparación con su padre, el piloto con el mejor palmarés de la historia de la Fórmula. "No lo veo como una carga. Siempre ha sido así, estoy acostumbrado. Quizás a otro que no esté acostumbrado lo colocas en mi lugar y se sienta presionado, pero eseno soy yo. A mi me gusta que me comparen con mi padre".

Michael también subió poco a poco. Maduró progresivamente y supo aprovechar su oportunidad, que se presentó de improviso, cuando Bertrand Gachot no pudo correr en Spa-Francorchamps. Mick también se prepara para una eventual oportunidad, pero con una ventaja: los de 'arriba', los que 'cuentan', ya le tienen reservado un lugar. Está en esa situación en la que lo tiene todo de cara. Sólo él puede perderlo, y esa no es una situación fácil de gestionar.

Lejos quedan aquellos días en los que se iniciaba en el automovilismo a través del karting, en España, en el equipo de Genís Marcó. Lejos quedan los días en los que corría bajo el apellido materno para intentar pasar desapercibido. Hoy, Mick ya apunta a la Fórmula 1. Tiene un pie en ella. Pero tiene ante sí toda una parrilla de Fórmula 2 que quiere desbancarle.