CURIOSIDAD

Mercedes-Benz SSKL, o cómo un 'pepino' dio origen a la leyenda de las flechas de plata

10/08/2019 18:41

Mercedes ha reconstruido el Mercedes-Benz SSKL de 1932, un coche clave en su historia deportiva, ya que con él nació la leyenda de las flechas de plata.

Todo hubiera sido muy diferente si aquel coche no hubiera mostrado en AVUS –circuito ubicado al oeste-suroeste de Berlín, Alemania– una velocidad increíble para aquellos tiempos. Alcanzó casi 235 kilómetros/hora, 20 más que los SSK 'normales'. Y todo debido a su forma, sobre todo la parte trasera, que llevó al público y a la prensa a bautizarlo como 'El Pepino' –otras fuentes hablan de 'pepinillo'–, casi despectivo. 

Sin embargo, realmente era un 'pepino de coche' –siempre pepino como sinónimo de velocidad y ser superior en competitividad– tan rápido que dominó la carrera y, por ello, el locutor que la transmitía lo bautizó con 'La Flecha de Plata'. Y el nombre hizo tanta fortuna que, a partir de entonces, los Mercedes de competición fueron plateados.

Porque el Mercedes-Benz SSKL era plateado, o mejor dicho, su color era de aluminio, lo que sorprendió porque los Mercedes eran blancos, el color oficial de competición de los coches alemanes. 

La leyenda dice que en la báscula el coche dio un peso ligeramente por encima del máximo establecido, 751 kilos, y el gran Alfred Neubauer, el primer gran director deportivo de la historia, ordenó a los mecánicos decaparlo, sacarle la capa de pintura, para rebajar el escaso exceso de peso y estar así bajo los 750 kilos establecidos como peso máximo.

La regla, obviamente, choca con nuestro concepto moderno de carreras, donde se establece un peso mínimo. Pero por entonces se creía que con ese límite de peso máximo se evitaría una escalada en los motores, que cada vez eran más potentes. Se pensaba que con ese peso nadie se podría fabricar una coche capaz de soportar determinados límites de potencia.

No obstante, la leyenda del 'decapado' no parece ser real, aunque Neubauer la cuenta en su libro. Más acertado podría ser el hecho de que el equipo encabezado por el Barón Reinhard von Koenig-Fachsenfeld acabó el coche tan justo para la carrera en AVUS que no tuvieron tiempo para pintarlo. Concuerda con lo que dijo Mercedes, que era más ligero que los SSK tradicionales.

El chasis del SSKL –cuyas siglas en alemán significan "Superdeportivo corto y ligero"– tenía sus vigas perforadas para rebajar peso; junto con otros detalles se consiguió que fuera 125 kilos más ligero que los SSK. Su motor era un seis cilindros en línea de 7 litros, que ofrecía 240 caballos, que podían aumentarlos a 300 si se equipaba con un compresor.

Pero la clave del coche estaba en la aerodinámica, que diseñó Von Koenig-Fachsenfeld. Recogido de delante y con su peculiar cola para mejorar el coeficiente aerodinámico Cx. El resultado fue espectacular. La resistencia al avance se redujo un 25% con respecto a los SSK, así que el SSKL era excepcionalmente rápido en rectas.

El 25 de mayo de 1932, el SSKL en manos de Manfred Von Brauchitsch ganó la carrera por delante del Alfa Romeo de Rudolf Caracciola.

El modelo original se perdió o quedó destruido. Pero Mercedes ha querido reconstruirlo recurriendo a los archivos de la compañía y a las fotos. Lo mostró por vez primera en el Festival de Goodwood, pero será en el Concurso de elegancia de Pebble Beach, el 15 de agosto, cuando rodará por vez primera.