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Una grúa pesca un Mustang Boss 302 en las montañas de Los Ángeles

07/04/2020 14:05

El hábitat natural de los coches es la carretera, pero un Ford Mustang Boss 302 sintió la llamada de la madre naturaleza el pasado 28 de marzo. Ocurrió en un paso montañoso conocido como Angeles Crest Highway, una carretera secundaria de dos carriles situada al norte de la ciudad californiana.

Gracias a la era digital en la que vivimos, ahora podemos adentrarnos en el noble arte de la recuperación de vehículos accidentados con un vídeo de 35 minutos de duración que recoge todo el proceso. Una pieza que apreciamos con curiosidad como entusiastas de los coches, pero que veríamos con otros ojos de ser nosotros los conductores.

Lo primero y más importante es recalcar que el hombre que sufrió el accidente se encuentra perfectamente. No sufrió heridas de consideración y tan sólo presentaba magulladuras en el rostro. Considerando la distancia a la que cayó el vehículo y la violencia del golpe, es poco menos que un milagro.

El coche en cuestión era un Ford Mustang Boss 302, en este caso una unidad perteneciente a la segunda generación del modelo. Se comercializó a principios de década como una versión vitaminada del Ford Mustang GT de 2011, con 444 caballos de potencia y elementos propios de la competición.

¿Y cómo es que ha llegado hasta nosotros esta historia? Porque al rescate del Mustang no acudió una grúa cualquiera, sino una de Pepe’s Towing Service, una empresa con 30 años de experiencia en el sector que también tiene un canal de YouTube propio donde comparte lo que se encuentra en su día a día.

El coche había caído tan lejos que no se podía ver desde la carretera. El operario tuvo que sobrevolar la zona con un dron, primero para localizarlo y después para identificar una ruta de acceso viable para engancharle el cable con el que recuperarlo. Éste medía unos 120 metros de longitud.

"Recibimos una llamada de la California Highway Patrol preguntándonos si podíamos recuperar un vehículo que se había caído por un precipicio. En aquel momento había mucho tráfico, de modo que quedamos para el día siguiente a las 07:00 horas", dicen desde la empresa.

"El descenso hasta el vehículo fue uno de los más peligrosos que he hecho en la vida. Los arbustos eran grandes y estaban por todas partes, y la pendiente era extrema, prácticamente vertical. En cuanto aseguramos el coche, tiramos de él hasta la carretera superando todos los obstáculos que había por el camino".

De modo que al pánico por el accidente y las consecuencias económicas que se derivarán, ahora hay un conductor de Los Ángeles que puede recordar en alta definición cómo fue una de las vivencias más dolorosas por las que puede pasar cualquier persona que aprecie su vehículo. Conduzcan con cuidado.