La garantía de Tesla no cubre una batería dañada por la lluvia y le piden 20.000 euros al cliente

El caso ha tenido lugar en Edimburgo, capital de Escocia, donde el clima no es precisamente idílico. Y, por lo que se puede ver, también es un potencial problema para aquellos que tengan un Tesla. Así lo han comprobado Johnny Bacigalupo y Rob Hussey, que hace unos días vieron como su eléctrico americano se quedó tirado en la carretera.

Los dos protagonistas de la historia cuentan que pararon a comer en un restaurante sin haber sufrido problemas aparentes en el coche. Al salir para reemprender su camino el Tesla no arrancaba. Llamaron entonces al servicio de asistencia de la marca, que tardó hasta cinco horas en personarse en el lugar de los hechos.

Fue la grúa la que llevó el coche al taller. Eso sucedió un sábado, y no fue hasta el miércoles siguiente cuando se pusieron en contacto con el dueño del coche. Cuál fue la sorpresa de éste cuando le informaron de que la factura a pagar era de 17.374 libras esterlinas, lo que al cambio actual son poco más de 20.000 euros. Más si cabe cuando el vehículo aún estaba en garantía.

¿A qué se agarra Tesla para no cubrir el arreglo de la batería? Según la marca, fueron las fuertes y persistentes lluvias de Edimburgo las que provocaron el daño de la misma por una filtración. Al no tratarse de un fallo como tal de la batería, el fabricante asegura que no tiene razones para costear el arreglo. Al menos Tesla exime de culpa al dueño del coche, aunque dudamos que eso le suponga algo de alivio.

El señor Bacigalupo ha asegurado a medios locales que conduce desde hace 30 años y que su Tesla era el coche de mayor rango que había tenido hasta ahora en su garaje, una decisión de compra de la que ahora se arrepiente: "Si llego a saber que el servicio al cliente era tan malo no estoy seguro de que hubiese comprado el coche. ¿Saben que estamos en Escocia? Este clima no es anormal aquí".