El Ford GT surca la Carretera del Atlántico a ritmo de récord

El séptimo capítulo de esta serie, que podéis ver completa en este mismo artículo, tiene como protagonista al Ford GT y a la Carretera del Atlántico, una de las rutas más septentrionales que existe, ya que trascurre por el litoral de Noruega. Una ruta que puede ser definida como la carretera costera definitiva. Los paisajes y la belleza natural de las costas noruegas sirve como marco inmejorable para una de las mejores rutas de conducción en toda Europa. No obstante, ¿en qué otra ruta puedes ver ballenas mientras conduces?

La Carretera del Atlántico está formada por una línea de ocho puentes que conectan las ciudades de Karvag y Vevang. Un escenario repleto de emociones y de incomparable belleza, pero que también cuenta con unos límites de velocidad muy estrictos, algo bastante común en la red de carreteras de Noruega y que sin duda va contra el espíritu de este deportivo. Tanto es así que el Ford GT y su motor V6 de 3.5 litros y 656 caballos de potencia apenas pueden demostrar su potencial.

De hecho y teniendo en cuenta que el Ford GT es un deportivo que tiene en los circuitos su hábitat natural, no es de extrañar que los chicos de Ford se tomaran la licencia de coger un pequeño desvío hasta el poco conocido Arctic Circle Raceway, la pista de carreras situada más al norte de todo el mundo. Con Stefan Mücke, piloto de Ford Chip Ganassi en las 24 Horas de Le Mans, el Ford GT sí pudo sacar todo su potencial y de paso conseguir el récord de tiempo de vuelta de esta pista de 3,7 kilómetros.