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Fomento usa hormigón en un tramo de la A33 y reabre el debate de su uso

José Miguel Vinuesa
19/01/2019 10:17

El Ministerio de Fomento ha licitado un tramo de 16 kilómetros de autovía en la A33 entre Murcia y Valencia que será construido con hormigón, lo que ha abierto el debate sobre la conveniencia del uso de este material en las carreteras de nuevo.

Para las empresas cementeras, a través de la Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón Preparado –Anefhop-, es una gran noticia tras la caída de la producción coincidente con el estallido de la crisis del ladrillo, que frenó el ritmo de construcción de viviendas en España, y defienden el uso de este material, típico en países como Estados Unidos, Alemania o Brasil, por las bondades que aporta en aspectos como la durabilidad, seguridad vial y medioambiente frente al asfalto.

“La construcción de carreteras con firmes de hormigón disminuye el gasto en mantenimiento, a la vez que reduce riesgos para la seguridad vial”, según Carlos Peraita, director general de Anefhop. El mantenimiento de este tipo de material, además, es mucho menor, ya que cuenta con una vida útil de al menos 45 años, y además las técnicas de su producción y uso han mejorado notablemente en las últimas décadas.

El tramo en concreto se encuentra en la autovía A-33 entre Murcia y Valencia por el interior, una carretera con un total de 212 kilómetros, lo que suponen 46 menos que por la costa. Sin embargo, desde el Ministerio han rebajado las expectativas de un uso masivo a partir de ahora de este material para la construcción o reparación de carreteras: “La técnica y materiales utilizados en la A-33 tiene que ver con el análisis del caso concreto y no con una decisión de generalizar el hormigón en la construcción o rehabilitación de carreteras”, explica un portavoz del ministerio, “este material será utilizado cuando lo recomienden las características de los proyectos”.

En España hay otros puntos en la red de carreteras que usan este material, como por ejemplo la Y asturiana (Oviedo-Gijón-Avilés, abierta en 1976), el tramo Variante de Adra-Enlace de Albuñol en la A-7, o la variante de la localidad sevillana de Marchena, o el tramo entre las localidades de Ondara (Alicante) y Xeresa (Valencia) de la AP-7, construido a principios de los 80, y que ha demostrado holgadamente su resistencia y beneficios. En total, hay unos 1.500 kilómetros de carreteras de gran capacidad con pavimentos de hormigón y otros 1.000 kilómetros en pistas menores.

Aparte de su durabilidad, algunas de las ventajas del cemento es que al frenar y al arrancar el suelo no se desgasta, las ruedas sufren menos, se ahorra carburante y el coste de su mantenimiento es más bajo que los de otras soluciones convencionales, como el asfalto. Y eso abre un debate sobre el uso de este material, que sin embargo desde Fomento, y pese a los grandes beneficios medioambientales, no están dispuestos a afrontar.