Fernando Alonso hace historia al ser el primero en rodar con un F1 en Le Mans
Fernando Alonso ha dado una vuelta a Le Mans con un Renault R.S.18 –coche que compitió en la temporada 2018 de Fórmula 1– pintado con los colores de Alpine, convirtiéndose en el primer piloto que ha rodado en un F1 en el circuito de La Sarthe.
Ha sido una vuelta de exhibición, de saludar al público, sin ni siquiera pensar en tener una referencia de lo que podría hacer un F1 en el gran circuito. Ya lo anunció antes de comenzar la exhibición: "Me encantaría poder ir a máxima velocidad como en la demostración de Abu Dabi en 2020, pero no está en el programa. Será una vuelta en modo desfile. Será muy especial rodar con un F1 aquí, pero no será al máximo".
De hecho, los F1 nunca han rodado en este trazado de casi 14 kilómetros, aunque sí que se disputó un Gran Premio del Mundial de F1 en el lugar, tomando el trazado del circuito Bugatti, es decir la porción permanente de Le Mans, de poco más de 4,47 kilómetros.
Fue en el lejano 1967 y el ganador fue Graham Hill, quien no imaginó entonces que bastantes años después, en 1972, ganaría las 24 Horas de Le Mans con Matra, primera victoria de Matra, y se convertiría en el primer y único piloto en alcanzar la ‘triple corona’.
La única referencia de lo que puede hacer un F1 en Le Mans fue una simulación que el malogrado piloto francés Anthoine Hubert hizo en 2018, cuando en el simulador rodó con un LMP1 y un F1. Por entonces Hubert hizo 3’01”5 con el F1 y 3’17”5 con el prototipo. El récord de Pole en Le Mans está en 3’14”7, con lo cual la diferencia es del orden de un segundo por kilómetro. Y como los LMP1 son de 10 a 15 segundos más rápidos que los actuales LMH, la diferencia se acercaría a los dos segundos por kilómetro, incluso algo más con los coches actuales.
Por el contrario, la recta de Le Mans no hace pensar que un F1 pueda acercarse a los 405 kilómetros/hora que en su día consiguió Roger Dorchy con su WM-Peugeot. De hecho entonces no había ‘chicanes’, las rotodas, en la recta, pero el único intento de récord de un F1 en Bonneville –lo hizo un BAR-Honda– se quedó a las puertas de los 400 kilómetros/hora.
Ahora, los LMP1 más rápidos han estado en estos test en unos 331 kilómetros/hora, una cifra que sí estaría al alcance e incluso sería superada por un F1.
